De continuar el ejército ucraniano con su ofensiva contra nuestra población, estaremos obligados a responder e iniciar acciones bélicas, advirtió hoy el dirigente de la autoproclamada república de Donetsk, Alexander Zajarchenko.
Si el acuerdo para un cese de hostilidades es imposible ponerlo en práctica en la próxima semana, personalmente daré la orden de reanudar los combates en toda su potencia, declaró Zajarchenko en un mensaje dirigido al presidente ucraniano, Piotro Poroshenko.
Hace dos semanas, los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Rusia, Alemania y Ucrania acordaron en Munich, la puesta en práctica de una nueva tregua y con ello la retirada de la zona de confrontación de armamento pesado y su concentración para controles.
Pero en la misma fecha pactada, las tropas ucranianas mantuvieron su cañoneo contra barrios residenciales de la ciudad de Donetsk, mientras grupos radicales bloqueaban, al mismo tiempo, las vías ferroviarias por donde pasa el carbón a Ucrania, extraído en Donbass.
Las repúblicas de Donetsk y Lugansk, que forman el Donbass, en dos ocasiones decretaron unilateralmente el cese de hostilidades, en pocas ocasiones respetado por Kiev. Pero desde el 28 de enero, el Ejército inició múltiples provocaciones en la línea de combate.
De pequeñas acciones con escuadras reforzadas, las Fuerzas Armadas ucranianas pasaron al empleo de armamento pesado, incluidos cañones de gran calibre, sistemas de disparo masivos de cohetes, y armas tácticas como el Tochka-U, con alto poder destructivo.
En los últimos días, decenas de civiles perecieron en los suburbios de la ciudad de Donetsk y en otros poblados en la zona norte de las repúblicas rebeldes, que en marzo de 2014 celebraron sendos referendos de soberanía, apoyados por la abrumadora mayoría de sus pobladores.
Un mes después, Kiev lanzó una operación de castigo contra la población sublevada que rechazó el golpe de Estado de febrero de 2013, perpetrado por la derecha con apoyo de grupos neofascistas.
Kiev, 8 de marzo 2017
Crónica Digital /PL