Es inevitable que trabajemos en el mejoramiento de los nexos bilaterales, para bien de las futuras generaciones, porque ese es el deseo del sector de negocios, la comunidad científica, los agricultores y otros sectores de la sociedad estadounidense, señaló Leahy.
Tenemos que seguir adelante, así también lo quieren el Gobierno y pueblo cubanos, según pudimos constatar una vez más en los contactos sostenidos por la delegación en los últimos días, añadió el legislador por Vermont en una conferencia de prensa en la embajada de Estados Unidos en esta capital.
Según Leahy, ‘el embargo (bloqueo) y la prohibición a los estadounidenses de viajar a Cuba serán levantados, de eso no cabe dudas, y mientras más pronto mejor, pero resulta difícil pronosticar cuándo pues existen muchos obstáculos aún’.
Por su parte, el senador Udall coincidió en que los avances en los nexos bilaterales deberán afianzarse, y destacó la solidez y eficiencia de los equipos negociadores de ambos gobiernos que desde el principio lideraron las conversaciones para el llamado deshielo.
Udall calificó de equilibrada y muy inteligente la posición del Gobierno cubano frente a las declaraciones del presidente Donald Trump en los últimos meses acerca del futuro de los nexos con la mayor de las Antillas.
Para McGovern, la voluntad de consolidar los vínculos con Cuba tiene carácter bipartidista en el Capitolio, la parte más difícil es que el liderazgo republicano, que domina el Senado y la Cámara de Representantes, se niega a permitir la discusión de proyectos relacionados con la nación vecina.
Debemos fortalecer los avances de los últimos dos años, porque eso también beneficia a Estados Unidos y eso -añadió McGovern- pudimos constatarlo en esta visita al conocer más detalles sobre los acuerdos en materia de implementación y cumplimiento de las leyes así como entre los científicos de ambas naciones.
El presidente cubano, Raúl Castro, recibió la víspera a los congresistas, quienes tras su arribo a La Habana el domingo pasado sostuvieron además reuniones con el canciller Bruno Rodríguez, el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, y Gustavo Rodríguez, titular de Agricultura.
Cuba y Estados Unidos restablecieron las relaciones diplomáticas en julio de 2015, rotas por Washington hace más de medio siglo, y convirtieron en embajadas las secciones de intereses que funcionaban en las respectivas capitales, tras lo cual ambas partes firmaron acuerdos en varios sectores.
Sin embargo, el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba desde 1962 es el principal obstáculo en el camino hacia la normalización de los nexos entre ambas naciones vecinas, estiman las autoridades de la isla.
La Habana, 22 de febrero 2017
Crónica Digital /PL