Sin definir hoy sus políticas hacia Latinoamérica y el Caribe, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump continúa anunciando medidas que van contra el país que es frontera con el sur del continente: México.
Se trata del más cercano socio comercial y destino de miles de dólares de inversiones de EE.UU.
Pero también las relaciones comerciales y económicas con México les dan vida a miles de empresas y a muchos más trabajadores en territorio estadounidense.
Aún así, Trump puso todo en la mesa para que el presidente mexicano cancelara la reunión pactada para el 31 de enero en la Casa Blanca, donde se discutirían temas comerciales, migratorios, de seguridad y la frontera.
En ello el nuevo inquilino de la Casa Blanca se adelantó al firmar una orden ejecutiva para construir un muro que ya existe, más largo, y con el despliegue de miles de agentes migratorios, precisamente cuando los delegados de Peña Nieto viajaban a Washington.
Resulta una decisión soberana, pero Trump le añadió que México debería pagar por la barda fronteriza, pese a que el número de migrantes mexicanos disminuyó en los últimos años, en flujo contrario al de centroamericanos y de otras regiones.
Peña Nieto deploró el anuncio de la construcción del muro, y rechazó pagar por ello, lo cual, a la postre decidió la cancelación de la cumbre México-EE.UU.
La historia no quedó allí; el nuevo inquilino de la Casa Blanca anunció poco después que planea imponer impuestos por 20 por ciento a las importaciones provenientes desde México.
Mala noticia para las reformas estructurales impulsadas por Peña Nieto, que tienen a la inversión extranjera entre sus principales columnas, incluidas las principales productoras de autos con plantas aquí (varias de EE.UU.) y exportan al vecino del norte.
También para la cotización del peso frente al dólar y los índices de la Bolsa Mexicana de Valores.
Hay un dicho aquí que reza: cuando EE.UU. estornuda, México padece pulmonía. También otro: México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos. Puede resultar toda una exageración, pero ilustra los tiempos actuales y por venir.
Por Orlando Oramas Leon
México, 27 de enero 2017
Crónica Digital/PL