El arquitecto especialista en hábitat y territorio de la Universidad de Santiago, Carlos Muñoz Parra, sostiene que es necesario delimitar zonas de protección interurbanas donde se establezcan las causas de este tipo de siniestros. “Las subidas de temperatura que se generan espontáneamente obligan a tomar medidas de mitigación cuando los desastres ya están en curso”, critica.
-Por su parte, el experto en contaminación del plantel estatal, Patricio Pérez, advierte que los incendios que se producen al surponiente de la capital, como el de Peñaflor, son los que pueden generar mayores niveles de contaminación, producto de la dirección predominante del viento y la escasez de cerros que obstaculicen el tránsito del humo.
Incendios forestales activos en Peñaflor, Tiltil, Pirque, Lampa y en la Cuesta Lo Prado obligaron a la Onemi decretar alerta roja comunal en varios sectores. Las autoridades no descartan que las condiciones climáticas se mantengan durante la semana y provoquen que se reactive algún foco.
Para el arquitecto especialista en hábitat y territorio de la Universidad de Santiago, Carlos Muñoz, “no hay una protección definida que permita establecer parámetros de defensa respecto a las subidas de temperatura que se generan espontáneamente, o no tan espontáneamente. Por lo tanto, obligan tomar medidas de mitigación cuando los desastres están ya en curso. La idea es generar la mitigación previa donde el instrumento de planificación delimite no solo el borde humano, sino que incorpore otros instrumentos”, sostiene.
“En Chile, son alrededor de 20 instituciones o instrumentos legales que regulan el uso fuera del límite urbano, pero no hay ninguna columna vertebral que regule esto”, insiste. “Mientras esto no ocurra, yo puedo poner una plantación forestal a un metro de viviendas y nadie lo prohíbe. No hay un instrumento que proteja estas zonas”, complementa.
El arquitecto sostiene que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) llamó a generar una propuesta en este sentido por encargo del Gobierno, y reconoce la preocupación del Ejecutivo por este tema. No obstante, “veo complejo que salga en menos de cuatro o cinco años más una propuesta concreta de reglamentación porque una cosa es generar las bases para establecer una política, pero luego vienen un programa planificador de estas zonas que permita generar un ordenamiento territorial que mitigue los incendios forestales que se transmiten en las ciudades”.
“No hay una norma que genere una defensa de los espacios de protección entre el límite urbano y la zona rural, por las complicaciones que podrían suceder en el interior de estos espacios. El instrumento de planificación urbano no se mete más allá del límite urbano, y necesitamos el intermediador entre el límite urbano y el rural para establecer estas zonas de protección”.
“Los peligros de los incendios forestales no están señalados como un riesgo propiamente tal, sino que se delimitan entre el límite de la zona urbana y el comienzo de la periurbana o rural, donde puede pasar cualquier cosa y es como tierra de nadie”, insiste el académico.
Al surponiente, los incendios son más contaminantes
El experto en modelos de pronóstico de contaminación ambiental y atmosférica de la Universidad de Santiago, Patricio Pérez, afirma que los incendios forestales que se producen en el sector surponiente de la capital son los que producen mayor contaminación.
“El de Peñaflor produce un efecto más importante en la ciudad de Santiago por los vientos que provienen de manera predominante, desde esa dirección hacia la capital. Además, no existen muchos cerros en esa zona, lo que hace que la contaminación se propague de manera más fácil”, afirma.
De acuerdo al especialista, en la estación de medición de Cerrillos se registró un aumento del 100% en los niveles de material particulado. “Ahí la concentración promedio en 24 horas estaba bajo los 20 microgramos por metro cúbico, pero debido a los incendios, el sábado al mediodía las concentraciones alcanzaron los 46 µg/m3”, afirmó.
No obstante, estos índices no provocaron episodios de riesgo ya que los niveles precedentes eran muy bajos y las condiciones meteorológicas fueron favorables a la dispersión de contaminantes, apuntó Pérez.
Santiago de Chile, 15 de noviembre 2016
Crónica Digital / usach.cl