Pareciera estar necesitado de publicidad. A pesar de que destacó en las pasadas elecciones del Consejo Constitucional por ser el candidato que dispuso de más recursos, Jaime Nicolás Ravinet de la Fuente fue derrotado. Así que no encontró nada mejor para lograr una dosis de publicidad en los medios informativos de la derecha que embestir contra la iniciativa de cambiar el nombre a espacios públicos de la comuna de Santiago en un acto de reparación y memoria histórica en derechos humanos.
Ravinet se lanzó con furia en contra de la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, profiriendo insólitas acusaciones. “Cuando ella asumió hace ya más de un año, me preguntaron qué opinión tenía y la verdad es que yo tengo una pésima opinión de la capacidad de gestión de los dirigentes del Partido Comunista”, comentó en Radio Pauta.
Al borde del paroxismo, añadió que “están inspirados en un sectarismo de tal naturaleza que les dije que no me extrañaría que al Teatro Municipal le pusieran Gladys Marín y que al Parque de Los Reyes le pusieran Lenin”. Concluyó: “Haré campaña para que en un año más saquemos volando a esta alcaldesa, por voto popular, de manera de que esto se revierta y vuelvan los nombres tradicionales en Chile”.
De modo que a este personaje de marras le parece que es comparable la figura de Lenin con Alicia Marcela Aguilar Carvajal, que tenía seis años cuando el 18 de septiembre de 1973 fue acribillada por militares en la Plaza Panamá de Santiago, o con Ronald Wood, estudiante del IPS (hoy UTEM) de 19 años y sin militancia política, asesinado por una patrulla castrense en el Puente Loreto en 1986.
La crueldad se confunde con la estulticia.
Ravinet tiene una amplia trayectoria. Según contó a “El Mercurio” en septiembre de 2000, “las lecturas de Maritain lo hicieron militar desde los 14 años en la Democracia Cristiana”. Lo cierto es que su primera responsabilidad de cierta notoriedad fue como presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), entre los años 1968 y 1969. En esa calidad fue uno de los que atacó a su camarada Edmundo Pérez Zujovic, Ministro del Interior de Eduardo Frei Montalva, a quien acusó de responsable de la masacre de Pampa Irigoin en Puerto Montt.
Una declaración de la FECH, firmada por Ravinet, acusaba a Pérez Zujovic de “reiteración de medidas represivas en contra de los sectores populares”, agregando que su permanencia en el cargo constituye un peligro permanente”.
Claudio Orrego Vicuña, padre del actual Gobernador de Santiago y una connotada figura de la Democracia Cristiana, le escribió a Ravinet una carta en que señalaba: “Creo que Uds. han llegado a los límites máximos de la ‘mariconería’ política. La incapacidad para defender los principios (…) y la falta de lealtad humana y política que tu declaración refleja, es abismante (…) El espectáculo de ayer, es una gigantesca mariconada. De aquellas que hacen escuela, porque rompen con todo y destruyen todo cuadro ético. Es descorazonador y lamentable”.
Como se sabe, Pérez Zujovic fue asesinado un extraño grupo de ultraizquierda en 1971, lo que justificaron por el episodio de Puerto Montt.
Aunque no le agrada reconocerlo, en los 17 años de la dictadura cívico–militar abandonó la actividad política por completo, se dedicó solo a los buenos negocios en el ámbito privado, y reapareció oportunamente en 1989, cuando se agotaba el período autoritario y asumió como secretario ejecutivo del comando presidencial de Patricio Aylwin.
Tras vencer Aylwin en las elecciones presidenciales, el nuevo Mandatario lo designó alcalde de Santiago, en 1990, cuando las normas legales determinaban que en una cantidad de las comunas del país -entre ellas, Santiago– el edil sería designado por el Jefe Estado. Dos años después fue elegido alcalde en comicios libres, con apenas el 38,03 por ciento de los votos y fue reelecto en 1996.
Poco después de dejar la alcaldía, el Presidente Ricardo Lagos Escobar lo designó biministro de Vivienda y Urbanismo, y de Bienes Nacionales, cargo que asumió a fines de 2000. Allí se desempeñó hasta 2004, cuando se convirtió en Ministro de Defensa Nacional.
En 2008 fue el candidato de la Concertación por la Democracia para ocupar una vez más el sillón edilicio de Santiago. Compitió con Pablo Zalaquett, postulante de la Unión Demócrata Independiente, quien lo derrotó por más de diez puntos porcentuales. Poco después, “El Mercurio” informaba que Ravinet renunciaba al Consejo Nacional del PDC y congelaba su “actividad política y partidista”.
Reapareció en febrero de 2010, cuando Sebastián Piñera, primer Presidente electo por la derecha desde el fin de la dictadura, comunicó los nombres del gabinete con el que asumiría el 11 de marzo. Ravinet aparecía designado como Ministro de Defensa Nacional. Presentó su renuncia a la Democracia Cristiana, poco antes de aceptar su designación.
La voltereta no lo sirvió de mucho pues alcanzó a permanecer al frente de la cartera solo hasta enero de 2011, cuando, en medio de una serie de cuestionamientos públicos, fue destituido por Piñera, en la primera modificación del gabinete del Mandatario.
“El Mostrador” señalaba el 14 de febrero lo siguiente: “Aunque algunos sostenían que por ser ex militante de la Concertación contaba con inmunidad, lo cierto es que el ex titular de Defensa salió del gabinete sin derecho a réplica. Su criticada gestión comenzó a venirse abajo tras los polémicos dichos para defender el secretismo en el caso de la compra del puente mecano sobre el Bío Bío, revelados por El Mostrador. Pero su línea de crédito terminó de agotarse por los reiterados errores comunicacionales –como decir que “el puente valía callampa”– y el traspié en la compra de una fastuosa casa para el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, que echó abajo la Contraloría”.
Su más reciente incursión pública fue como candidato al Consejo Constitucional, ahora como independiente por el partido de derecha EVOPOLI.
A pocos días de los comicios, el Servicio Electoral de Chile (Servel) publicó el financiamiento electoral. Según informó “La Tercera”, entre las candidaturas que recibieron mayor apoyo económico para su campaña electoral, destacó la de Ravinet, quien recibió $560.444.864, siendo $350 millones de ellos un crédito.
Sin embargo, apenas alcanzó a un 4,04 por ciento, siendo desplazado en su lista por los ex Ministros Rodrigo Delgado y Gloria Hutt.
Sus recientes declaraciones muestran que aún puede seguir sorprendiendo al país.
Imagen: sitio oficial de EVOPOLI.
Por Iván Antonio Gutiérrez Lozano.
El autor es periodista
Editor de Crónica Digital
Santiago de Chile, 9 de agosto 2023.
Crónica Digital.