Fueron tres años de intensa investigación para el arquitecto Samuel García Oteiza, de los cuales gran parte pasó en las oficinas de la Seremi de Bienes Nacionales de Magallanes, y que finalmente se tradujeron en el libro “Isla Navarino: documentos inéditos 1896-1956”.
Como una forma de agradecer el aporte de Bienes Nacionales, el autor entregó su obra a la ministra Nivia Palma, destacando “el apoyo y la confianza para poder acceder a este archivo histórico y a todo este material que pertenecía a la antigua Oficina de Tierras de Magallanes”.
Esta fuente de información permitió a García, plasmar todo lo relativo a la tenencia de tierras y graficar cómo los habitantes de la Isla Navarino realizaban sus trámites con Punta Arenas para conseguir los primeros lotes.
Explicó que “el libro tiene un enfoque netamente histórico, de carácter compilatorio”. Y detalló que “lo que hice fue reunir documentos que pudieran dar a conocer la vida diaria en la isla Navarino, por lo que el texto cuenta con cerca de 180 documentos que fueron emitidos por la Oficina de Tierras de Magallanes, pero también contiene cerca de 40 escritos obtenidos de la prensa regional de la época,14 fotografías de la expedición del profesor Alejandro Lipschütz realizada en 1946 y finalmente 19 cartografías que van desde el año 1900 al 2000 aproximadamente”.
La ministra Nivia Palma junto con felicitar a Samuel García“por un trabajo tan significativo vinculado con la memoria de comunidades extremas de nuestro país”, señaló que se trata un trabajo que debería estar de una manera muy central en la Biblioteca Nacional y en el Archivo Nacional, por lo que hemos conversado la posibilidad de hacer el contacto, ya que años atrás estuve como directora de la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos (DIBAM) y es gente que conozco mucho y que realiza un trabajo muy valioso”.
La secretaria de Estado también envió sus felicitaciones al seremi de Bienes Nacionales de Magallanes, Víctor Igor, por haber puesto a disposición del autor la documentación de la cartera existente en la región.
Finalmente la ministra señaló que “este tipo de trabajo ayuda a las comunidades a sentirse visibilizaday en ese sentido me alegra mucho, ya que debe ser fascinante ver los documentos que son actos oficiales del Estado y que tienen que ver con la cotidianidad de las personas y comunidades”.