Aunque ya es poco común pues acontece solamente de ocho a 12 veces por década, esta ocasión será especial porque ambos astros experimentarán un mayor acercamiento, explicaron expertos.
Por lo general, en este tipo de casos, la más pequeña distancia angular entre los dos planetas es de aproximadamente uno o dos grados, con un grado igual a la anchura de dos lunas llenas, subrayaron.
Pero, según los especialistas, este 27 de agosto ocurrirá con un mínimo absoluto inferior al medio grado, es decir menos de una luna llena.
Visto desde la Tierra el fenómeno creará la ilusión de un emparejamiento entre los dos planetas cuando Júpiter pase el título de estrella de la tarde a Venus, precisaron.
Washington, 23 agosto 2016
Crónica Digital / PL