La mandataria de Chile, Michelle Bachelet, calificó hoy al fallecido político democristiano Patricio Aylwin como «un hombre que permitió reconstruir un país democrático una vez que asumió la presidencia».
En ese sentido, le debemos mucho, destacó Bachelet, quien decretó tres días de Duelo Nacional y funerales de jefe de Estado para Aylwin, primer gobernante en Chile tras la sangrienta dictadura de Augusto Pinochet.
Fue también presidente del Senado, titular del Partido Demócrata Cristiano, académico y abogado. Falleció esta mañana por causas naturales a la edad de 97 años en su residencia de Santiago.
Luego del NO de la mayoría de los chilenos en el plebiscito el 5 de octubre de 1988, que marcó el fin de la junta militar golpista de Pinochet, el político democristiano fue el triunfador en las elecciones democráticas de fines de 1989.
Venció al ex ministro de Pinochet y aliado de la dictadura Hernán Búchi y al empresario Francisco Errázuriz con el 55,2 por ciento de los votos, para establecer su mandatado denominado de Transición.
Su tiempo al frente del Palacio de La Moneda, que había permanecido 17 años en manos de las huestes pinochetistas, no estuvo exento de conflictos, en especial con el dictador que se mantuvo como comandante en jefe del Ejército.
Sin embargo, Aylwin también fue centro de polémicas por frases y pensamientos que de cierta forma justificaron la asonada golpista del 11 de septiembre de 1973, por su rechazo absoluto al socialismo que ponderaba Salvador Allende.
En una entrevista con el diario Excelsior de México en 1997 admitió que si bien actuó honradamente, «me equivoqué medio a medio. Siento mía la tragedia ocurrida en Chile, pero combatí con fiereza la dictadura (…)».
Pero un año más tarde, en su libro El reencuentro con los demócratas dijo que «cierto periodo de la dictadura era necesario (…), que debía ser lo más breve posible; dos, tres o cinco años».
Entre sus méritos se reconoce a Aylwin como impulsor de una profunda reforma económica que permitió a Chile dar un salto hacia el desarrollo, aunque sus críticos señalan que igualmente dio luz verde a un modelo neoliberal lleno de inequidades.
Además, estableció la Comisión Nacional de la Verdad y la Reconciliación encabezada por el jurista Raúl Rettig y que sirvió para recuperar la convivencia e investigar las violaciones de los derechos humanos de la dictadura.
De sus comentarios más criticados, aparece este que hizo a The Washington Post: «si me dieran a elegir entre una dictadura marxista y una dictadura de nuestros militares, yo elegiría la segunda».
Santiago de Chile, 19 de abril 2016
Crónica Digital / PL