Cuba y Estados Unidos celebran hoy en esta capital un encuentro técnico sobre el enfrentamiento al narcotráfico, reunión en la cual ambos países esperan impulsar la cooperación.
De acuerdo con comunicados de la Cancillería cubana y del Departamento de Estado, en el foro participarán representantes de agencias especializadas con responsabilidad en el combate al flagelo, una de las principales preocupaciones en la región y el mundo.
La parte norteamericana adelantó que al encuentro acudirán funcionarios del Departamento de Estado, la Agencia Antidrogas, el Servicio de Guardacostas e Inmigración y Control de Aduanas.
Hace menos de un mes, La Habana y Washington coincidieron aquí en la importancia de cooperar en temas de seguridad, entre ellos la lucha contra el narcotráfico.
El 9 de noviembre, los gobiernos realizaron su primera reunión sobre aplicación y cumplimiento de la ley entre agencias gubernamentales, enmarcada en el proceso de acercamiento bilateral que comenzó el pasado 17 de diciembre, el cual llevó en julio a la reanudación de relaciones diplomáticas y al diálogo en asuntos de interés mutuo.
Un día después, Cuba y Estados Unidos celebraron la segunda sesión de la Comisión Bilateral, creada para avanzar hacia la normalización de los vínculos.
Al concluir el encuentro, la jefa de la delegación de la isla caribeña, Josefina Vidal, aseguró que los dos países estaban en condiciones de anunciar acuerdos en varios sectores, entre los que mencionó el combate al tráfico de drogas ilícitas.
La víspera, la sede del Departamento de Estado fue escenario de una nueva ronda de conversaciones migratorias entre ambos gobiernos.
Según una nota de prensa de la Cancillería cubana, durante el intercambio de criterios sobre el tema, la delegación de la mayor de las Antillas reiteró su profunda preocupación por la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano y en particular, por la aplicación de la llamada política de “pies secos-pies mojados”.
Mediante esa postura, Washington confiere a los cubanos un tratamiento diferenciado y único en el mundo, al admitirlos de forma inmediata y automática, sin importar las vías y medios que utilizan, incluso si llegan de manera irregular a su territorio.
Asimismo, la representación de la isla ratificó su rechazo al “Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos”, establecido en 2006 por la administración del presidente George W. Bush, para alentar a personal de salud a abandonar sus misiones en terceros países y emigrar a los Estados Unidos.
Por su parte, los anfitriones descartaron un cambio en la política migratoria norteamericana, pese al escenario de acercamiento bilateral y el estímulo que constituye para el flujo desordenado, inseguro e ilícito de personas.
La nueva ronda de encuentros bianuales dejó el acuerdo de realizar reuniones técnicas acerca de los fraudes migratorios, este mes, y la labor de los servicios encargados de proteger las costas de Cuba y Estados Unidos, en 2016.
Washington, 1 diciembre 2015
Crónica Digital / PL