Metegol (Argentina), Libertador (Venezuela) y La buena vida (Chile) cerraron hoy el Tercer Festival de Cine Latinoamericano de Hanoi, que envió un mensaje de solidaridad al pueblo francés ante los hechos que lo enlutan.
Ese sentimiento fue expresado al iniciarse esta jornada maratónica, en la que también se realizó un minuto de silencio en honor a las víctimas de los atentados de la víspera en París, con saldo de más de 100 muertos y decenas de heridos.
Con el primero de esos filmes, el festival sumó el deporte a sus contenidos, que en el caso de los asociados a la historia de aquella región se ampliaron con la propuesta venezolana, calificada por el embajador Jorge Rondón Uzcategui de mensaje de libertad.
Esta muestra de nueve obras comenzó el pasado miércoles con Sigo siendo/Kachkaniraqmi, de Perú, y Del amor y otros demonios, de Colombia.
Luego siguieron el documental cubano Viaje al país que ya no existe y la película mexicana Paraíso, a las que se añadieron la víspera EL viento y el agua (Panamá) y Whisky (Uruguay).
Así el público vietnamita, mayormente joven, se acercó también a aspectos de la realidad de esos países, incluida la búsqueda de la identidad cultural, un proceso que favorece el conocimiento de aquella región y las relaciones entre los pueblos.
Nuevamente, el séptimo arte sirvió de herramienta de difusión de la cultura latinoamericana, de muchos elementos comunes pero también con diferencias, que no llegaron a constituir obstáculos en la comprensión de los mensajes para los estudiantes de español, quienes en los casos necesarios se apoyaron en los subtítulos en su lengua materna.
Este cine regresará pronto a la capital vietnamita con la exhibición de tres películas argentinas a fines de mes, según se anunció en la presentación de Metegol.
Hanoi, 15 de noviembre 2015
Crónica Digital / PL