El conflicto entre Bolivia y Chile por las acusaciones de La Paz contra el cónsul chileno, Milenko Skoknic, aguarda hoy por las pruebas anunciadas por el ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero.
Dos días después de que el presidente Evo Morales acusara a Skoknic de realizar acciones similares a las que en su momento hizo el exembajador estadounidense, Philip Goldberg, expulsado en 2008 del país, Romero advirtió que presentará las pruebas que inculpan al cónsul.
“Sobre las reuniones, las acciones, las diligencias cumplidas por el cónsul deChile en Bolivia es un tema que está en proceso investigativo y cuando nosotros tengamos elementos conclusivos, categóricos, los presentaremos a través de los canales correspondientes”, comentó Romero en conferencia de prensa, la víspera.
Por ahora, contra Skoknic pesan acusaciones de haberse desplazado a Sucre, a dos horas por carretera de Potosí, en los mismos días en los cuales el Comité Cívico Potosinista (Comcipo) demandaba la federalización del país.
Durante las protestas, de casi cuatro semanas, muchas voces denunciaron, aunque sin presentar pruebas, que Chile había infiltrado a Comcipo para desestabilizar al gobierno de Evo Morales.
Mientras, el procurador general del Estado, Héctor Arce, también en conferencia de prensa, recordó que, desde siempre, la estrategia de Chile fue provocar inestabilidad política en Bolivia para distraer a la opinión pública sobre la demanda marítima.
Sin embargo, recordó que “en este momento Chile se encuentra en una situación compleja, en una situación delicada, quizás como nunca se ha encontrado en la historia de esta reivindicación marítima, justamente por la razón fundamental de que tiene al frente un país estable”.
Esa situación, aclaró, es la que le hace presumir al gobierno boliviano queChile pretende desestabilizar el país, utilizando a su legación diplomática.
Las declaraciones de Morales y otros dirigentes bolivianos provocaron réplicas de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, y del canciller, Heraldo Muñoz, quienes advirtieron que no eran aceptables las palabras del mandatario indígena.
Ante las acusaciones bolivianas y la negativa chilena, la opinión pública aguarda por las pruebas que anunció Romero para conocer la implicación de Skoknic y, por supuesto, Chile en el conflicto generado por Comcipo.
Bolivia y Chile rompieron relaciones diplomáticas en 1978 y en la actualidad son los únicos países de Latinoamérica sin vínculos oficiales a través de embajadas.
El diferendo entre ambos países viene de finales del siglo pasado, cuandoChile invadió Bolivia y le arrebató 400 kilómetros de costas al océano Pacífico y 120 mil kilómetros cuadrados de territorios ricos en minerales.
La Paz, 6 de agosto 2015
Crónica Digital / PL