El disgusto general por una nueva alza de los precios del Transantiago y el Metro es patente en las estaciones con el retorno a las labores después de días de reposo por fin de año.
La irritación es aún mayor en las personas de la tercera edad, agrupadas en un movimiento llamado La Marcha de los Bastones y quienes exigen desde hace un tiempo una tarifa preferencial en el transporte público sin límites de horarios o días.
Desde el 1 enero entró en vigencia otra subida del costo, sin la contraparte de una mejora en el servicio.
En las llamadas horas punta (de gran congestión de pasajeros), ambos servicios vitales para una ciudad de más seis millones de habitantes tienen incluso una tarifa superior.
El aumento se fijó en 20 pesos chilenos (610 pesos igual a un dólar al cambio de estos días), con el pasaje del Transantiago en 640, mientras el de los estudiantes subió 10 pesos. La tarifa del Metro se elevó a 720, cuando a inicios de 2014 era de 600.
Juan Pablo Letelier, senador del Partido Socialista, declaró que pudiera reunirse con el panel de expertos que revisa las tarifas del Transantiago.
Creo que es muy importante escuchar al panel de expertos y que nos puedan primero exponer los temas y segundo revisar si esta ecuación que se está utilizando para revisar las tarifas es adecuada, dijo el integrante de la Comisión de Transporte.
Chile es uno de los pocos países del mundo donde una tarjeta mensual de transporte público es inexistente y ante la voracidad del mercado, son frecuentes las alzas de las tarifas del metro y los buses.
Los pasajeros deben pagar cada vez que ingresan al Metro o a los buses, salvo cuando transitan de un servicio al otro en el curso de una hora. No hay tarjetas que cubran un mes, una quincena o una semana como en otras naciones.
El parlamentario y presidente de la comisión de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones, Fernando Mesa, subrayó que el sector no ofrece argumentos para explicar las constantes alzas injustificadas.
Por su parte, el presidente del Partido del Socialismo Allendista, Esteban Silva, apuntó que “esta alza es injustificada y abusiva, se decreta en días de fiesta navideña y nuevo año, para tratar de ocultarla a la ciudadanía”.
Silva remarcó que mientras el petróleo baja casi a la mitad de sus precios en todo el mundo, en Chile el transporte sube. “La calidad del servicio ya no puede ser peor”, acotó.
A su turno, el presidente de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios, Hernán Calderón, consideró que frente al escenario local de desaceleración económica estas medidas no son razonables, ya que los usuarios son afectados directamente.
Santiago de Chile, 9 de enero 2015
Crónica Digital / PL