Blogueros e internautas denuncian hoy intentos de sectores de derecha en Brasil de intimidar a la presidenta Dilma Rousseff para evitar nuevas pesquisas sobre el escándalo de corrupción en Petrobras.
Se trata de una campaña, abanderada por rotativos de tendencia de derecha, en la cual se pretende crear una opinión de que en este país nunca registró en su historia casos de corrupción y sólo aparecieron con la llegada del Partido de los Trabajadores (PT) al poder, revela un artículo del escritor y periodista Eduardo Guimaraes.
Con este falso argumento, la oposición reclama ahora un juicio político a Rousseff con miras a destituirla del cargó, señala Guimaraes en su nota, difundida en su Blog de Ciudadanía y en las redes sociales.
Se busca asimismo hacer creer que los corruptos son militantes del PT y de otras agrupaciones aliadas del gobierno federal y se esconde la participación en este esquema de sobornos a funcionarios de oposición de administraciones estaduales, muestra el periodista.
Lo que está claro es que hasta 2012 ningún político fue condenado a prisión por el Supremo Tribunal Federal (STF), lo cual confirma que fue el PT el que instauró una política de combate a la corrupción en este territorio, indica la publicación.
Para Guimaraes, los hechos difieren mucho de lo difunden los grandes medios de comunicación y la oposición, que hasta 2002 gobernó el país y manejó a su antojo el Ministerio Público, la Policía Federal, el Tribunal de Cuentas y todos los demás órganos de control para impedir que cualquier investigación por actos ilícitos.
En el artículo se reta a cualquiera a mostrar en cuál período de la historia de Brasil empresarios son presos por corrupción e indica que los llamados a derrocar por la fuerza a Rousseff o a través de un juicio políticos constituyen actos de intimidación contra la jefa de Estado por su lucha contra este mal.
En una última arremetida anticorrupción, la Policía Federal arrestó el viernes pasado a 21 empresarios en los territorios de Paraná, Sao Paulo, Río de Janeiro, Minas Gerais, Pernambuco y en Brasilia y desarticuló un esquema de desvío de fondos en Petrobras.
Se embargaron 270 millones de reales (104 millones de dólares) en bienes, así como cerraron tres empresas.
Ese operativo forma parte de la mega-operación Lava Jato, lanzada el 17 de marzo pasado, que permitió la disgregación de una red de lavado de dinero y el descubrimiento del sistema de soborno en la petrolera nacional.
Brasilia, 17 de noviembre 2014
Crónica Digital / PL