Los diputados Gabriel Silber (DC), Aldo Cornejo (DC), Daniel Farcas (PPD), Ramón Farías(PPD), Juan Morano (DC), Ricardo Rincón (DC), Marcelo Schilling (PS), Guillermo Teillier(PC) y Yasna Provoste (DC), presentaron un proyecto de reforma constitucional que establece una Cámara única en el Congreso Nacional (boletín 9653).
Los autores precisan que la discusión sobre la modificación del número de representantes del Congreso Nacional sólo ha considerado en el debate el aumento de la cantidad de congresistas, previa modificación de las zonas geográficas y de representación de los distintos distritos y de las circunscripciones electorales.
Indican que “se pretende aumentar el número de diputados y senadores electos para representar al país en el Congreso, manteniendo y perpetuando al bicameralismo como la opción política mediante la cual se lleva adelante el ejercicio de la función legislativa. Dicha discusión se ha centrado, como se dijo entonces, sólo en la cantidad de representantes y la forma de cómo éstos acceden a los escaños”.
No obstante, aseguran que “un importante segmento de la opinión pública ha puesto en el tapete la alerta sobre el mayor gasto que implicaría ello para al erario nacional, sin que el Gobierno y los partidos políticos hayan podido dar una clara explicación y respuesta sobre el particular”.
Se enfatiza que “aunque se quiera o pretenda disfrazar, necesariamente el aumento del número de plazas de congresistas implicará un mayor costo para el presupuesto, ya sea por la vía directa que comprende el pago de dietas o asignaciones, o por vía indirecta que comprende el concepto de viáticos, pasajes, traslados, consumos básicos, personal de apoyo, personal administrativos, entre otros”.
En ese sentido, argumentan la necesidad de poner fin al sistema bicameral para cambiar “un sistema desgastado, ineficiente y deslegitimado”, en el marco del proceso modernizador del desarrollo de la institucionalidad y democracia.
Asimismo, señalan que 117 de 185 naciones en el mundo con parlamento se rigen bajo el sistema unicameral. En América lo tienen Perú, Ecuador, Venezuela, Costa Rica, Panamá, Honduras, el Salvador y la mayoría de países centroamericanos con excepción de República Dominicana. Puerto Rico tenía una Asamblea Legislativa bicameral pero mediante un referendo realizado el 10 de julio de 2005, el pueblo votó a favor de un Congreso unicameral. Procesos similares pusieron fin al sistema bicameral en Dinamarca en 1953, en Suecia en 1969, en Grecia en 1975 y en Portugal en 1976.
“Pero el parlamento unicameral más fuerte, potente y prestigioso del mundo es el inglés. La Cámara de los Comunes en Inglaterra es un buen ejemplo de cómo se puede legislar en un país con respetabilidad y eficiencia”, sostienen.
Entre los argumentos que los legisladores citan para un Congreso unicameral, mencionan que un solo cuerpo legislativo facilita que se acate la voluntad general. Además se refieren a la economía de tiempo y recursos económicos; la maximización de recursos de investigación y estudio, así como la celeridad del trámite legislativo y el fortalecimiento ante el Poder Ejecutivo.
Por último, recuerdan que en 1971, el ex Presidente Salvador Allende, envió al Parlamento un proyecto de reforma constitucional que proponía la creación de una cámara única. Uno de los argumentos expuestos afirmaba que “en nuestro país, que es un Estado unitario, formado por ciudadanos a los que la Constitución asegura la igualdad ante la ley y confiere los mismos derechos políticos, el sistema bicameral no responde a ninguna necesidad real y en la actualidad contribuye a dilatar la adopción de decisiones políticas oportunas, a dificultarlas artificialmente y a crear en la opinión pública una suerte de desconfianza y recelo frente al proceso de formación de la ley que se estima costoso, lento e ineficaz.”
Un proyecto similar fue planteado en 2008 (boletín 6107), y sus autores manifestaron que “incluso coincidiendo en la necesidad creciente de traspasar poder a las autoridades locales y fomentar la identidad regional, creemos que no es el bicameralismo la única forma de conseguirlo, como tampoco de evitar la hegemonía de los territorios más poblados del país, existiendo en la actualidad diversas fórmulas de sistemas electorales y de distribución de distritos, que contribuirían a evitar esos efectos sin requerir la constitución dual del Parlamento”.
La iniciativa fue remitida para su estudio a la Comisión de Constitución.
Santiago de Chile, 31 de octubre 2014
Crónica Digital / Agencias