Moscú, 26 jul (PL) El jefe de la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia (Rosaviatsia), Alexander Neradko, afirmó hoy que los militares ucranianos debieron prevenir a las naves civiles sobre la actividad de los sistemas antiaéreos en zonas de conflicto.
Las Fuerzas Armadas de Ucrania debieron registrar el trabajo de las estaciones de radiolocalización en su territorio como lo hicieron los centros rusos, subrayó Neradko en vivo al canal Rossia 24, al analizar las posibles causas de la catástrofe del Boeing 777 en Donetsk.
Recordó el funcionario que esta semana el Ministerio de Defensa de Rusia presentó pruebas sobre los datos registrados por el centro de vigilancia radioelectrónica de Rostov, en la frontera, los cuales apuntan a que hubo actividad de los complejos antiaéreos tierra-aire tipo Buk, en una zona próxima donde cayó la nave comercial malasia, el 17 de julio.
El avión de la compañía Malasia Airlines, que cubría la ruta de Ámsterdam a Kuala Lumpur, se estrelló con 298 personas a bordo en un área de Donetsk controlada por las milicias, a poco más de 50 kilómetros de la frontera ruso-ucraniana.
La inteligencia de Estados Unidos reconoció que no posee pruebas de una presunta implicación rusa en el desastre del vuelo MH-17, pero insiste en culpar a las milicias populares del Donbass sin presentar evidencias.
El Ministerio de Defensa de Rusia exigió a la parte norteamericana que sea transparente y presente a la opinión pública las fotografías de su satélite.
De haberse advertido sobre la actividad de complejos antiaéreos en la zona de conflicto en territorio ucraniano, la Organización internacional de Aviación Civil exigiría comunicación a las tripulaciones de aviones civiles sobre la emergencia en ese corredor, indicó Neradko al lamentar que no se actuó en esa dirección.
El titular ruso coincidió con otros expertos en la interrogante del por qué el gobierno ucraniano y los controles europeos no adoptaron la decisión del cierre de la zona de servicio de Dniepropetrovsk, que abarca las regiones de Donetsk y Lugansk, donde el Ejército lleva a cabo desde abril pasado una operación militar a gran escala.
Neradko dijo que en relación con la investigación del siniestro la Agencia de Transporte Aéreo de Rusia preparó 28 propuestas que entregará a la comisión internacional.
Según la fuente, resulta clave disponer de las grabaciones y los videos de los controladores ucranianos que supervisaban el vuelo, además de despejar otras incógnitas.
El Consejo Nacional de Seguridad de Ucrania se ha negado a revelar el contenido de la conversación de expedidores de Dniepropetrovsk con la tripulación malasia.
Para el titular ruso, la comisión investigadora necesita obtener información sobre las instrucciones que recibieron los órganos de servicio y control aéreo del movimiento de las naves por territorio de Ucrania, ante la situación de emergencia en esas regiones orientales.
En el sitio de la tragedia trabajan expertos de Malasia y un grupo de peritos de Holanda bajo la protección de observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa y las milicias del Donbass.
Los especialistas continúan la búsqueda de cuerpos debajo del fuselaje del Boeing y otros fragmentos del avión siniestrado, mientras que para apoyar esas labores Países Bajos envió un contingente de 40 policías y 20 expertos forenses, que arribarán este sábado a Járkov.
Hasta ayer aviones holandeses trasladaron 189 cuerpos de las víctimas en cinco vuelos y se espera que hoy se transporten otros 38.
Prensa Latina
Crónica Digital, 26 de julio 2014