Estados Unidos insistió hoy en la seriedad de los supuestos planes terroristas de Al Qaeda en Oriente Medio y África para intentar acallar las crecientes críticas a la veracidad de esas informaciones, consideradas una estrategia para justificar el espionaje federal.
“Creemos que la amenaza es real y tenemos que estar vigilantes. Emana o se dirige a la Península Arábiga, pero potencialmente puede ir más allá”, dijo en rueda de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
Según el vocero presidencial, Al Qaeda representa un peligro constante para Estados Unidos y sus aliados porque las células de la red islámica se han fortalecido, principalmente en Yemen.
Indicó, asimismo, que la prolongación del cierre de 19 sedes diplomáticas en Oriente Medio y África responde a una medida para extremar la precaución y no a una nueva amenaza.
Estados Unidos cerró ayer 22 embajadas y consulados en Egipto, Irak, Catar, Bahrein, Kuwait, Afganistán, Bangladesh, Jordania, Omán, Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Yemen y Libia, y emitió una alerta mundial de viaje a sus ciudadanos hasta el día 31 por los presuntos planes de Al Qaeda.
Aunque levantó la orden en las misiones de Afganistán, Irak y Argelia, la mantuvo vigente para el resto de sus delegaciones hasta el 10 de agosto, citando como argumentos un mensaje interceptado entre líderes de Al Qaeda, el fin del Ramadán y preocupaciones por varias fugas de prisiones en el mundo musulmán.
Analistas políticos dudan que la amenaza terrorista sea real y la ven como una maniobra de la Casa Blanca para defender así la eficiencia e importancia de los programas federales de vigilancia secreta denunciados por Edward Snowden, excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés).
En especial llaman la atención sobre la comparecencia masiva de congresistas demócratas y republicanos ante las cámaras de televisión durante el fin de semana para justificar el cierre de las legaciones estadounidenses y recordar el papel de la NSA, encargada del fisgoneo en la web.
Dicha agencia es blanco de fuertes críticas luego que Snowden hizo público sus sistemas intrusivos para espiar los registros telefónicos, audios, vídeos, fotografías, correos electrónicos, documentos y conexiones online de millones de usuarios, así como a gobiernos y empresas extranjeras.
Estados Unidos persigue al joven -refugiado ahora en Rusia-, le canceló el pasaporte y lo acusó de espionaje, robo de comunicaciones confidenciales y propiedades del Gobierno, por lo cual podría enfrentar una sentencia máxima de 10 años en prisión.
Washington, 5 agosto 2013
Prensa Latina