La iniciativa, propone una modificación al Código del Trabajo a objeto de permitir la reducción gradual de las horas de trabajo semanales. La idea es que el cambio se aplique en forma gradual, disminuyéndose sucesivamente a 44, 43 y 42 horas semanales desde el 1 de enero del año 2007, 2008 y 2009, respectivamente.
Según sus autores, esta medida se justifica por la excesiva duración de la jornada laboral en Chile, que atenta entre otras causas en contra de la convivencia familiar, base para evitar flagelos sociales tales como la drogadicción, el alcoholismo y la delincuencia juvenil.
Señalaron que aunque Chile está lejos de ostentar una jornada de menos de 40 horas por semana, como es el caso de algunos países europeos, la reducción no sería imposible de concretar si es que se promulga su acortamiento gradual en un plazo máximo de tres años.
El senador Pedro Muñoz recordó que la antigua jornada laboral de 48 horas se mantuvo desde 1924 hasta que se redujo, en la práctica, a 45 horas a partir del año 2005, demostrando que la productividad no se vio menoscabada por tal factor, al contrario de lo que se argumentó en su minuto.
El legislador indicó que aún cuando ya se disminuyó la jornada de 48 a 45 horas semanales, la jornada laboral en nuestro país sigue siendo extensa si se compara con otras naciones, especialmente del ámbito europeo, donde se ha llegado a instaurar una duración máxima de 35 horas semanales.
Santiago de Chile, 7 de septiembre de 2006.
Crónica Digital
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