El texto de su mensaje, y el sentido de su acción política electoral, es claro:”Alcaldes Unidos frente a la Emergencia” irá en ayuda por los incendios a regiones del Libertador y Maule. Chile necesita solidaridad por eso he llamado a alcaldes para que nos coordinemos con ayuda a zonas afectadas”.
La voz de orden, dada por Piñera fue seguida de manera coordinada por sus voceros, sus ex ministros y ex altos funcionarios, los políticos de la Derecha, algunas autoridades locales, que alimentando la desconfianza en los esfuerzos del gobierno, y en su capacidad de gestión han buscado generar una sensación de desamparo, aprovechándose de la desesperación de las personas afectadas.
La verdad es que ningún interés subalterno justifica el aprovechamiento del dolor de la gente, la fragilidad emocional de quienes en la práctica han perdido todo.
Como lo enfatizo la presidenta Bachelet, es la hora de la unidad nacional, de la solidaridad, del apoyo mutuo, y no-de ninguna manera- la de los cálculos subalternos y del socavar la seguridad, la confianza pública. Esto es sabotaje.
Y esto es además, la respuesta noble que se ha demostrado con la movilización de miles de voluntarios, jóvenes, trabajadores, vecinos, que han concurrido a combatir el fuego, a apoyar a sus compatriotas en desgracia, a ponerse de pie, y “sin bajar los brazos”, como señaló Bachelet.
Dijo la presidenta:”Nada afecta más nuestra capacidad para proteger la vida de nuestros ciudadanos que el intento de sacar pequeñas ventajas políticas o sembrar falsedades”.
Esto porque el otro componente de esta operación de la guerra sucia de la derecha contra el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, es la propaganda negra, en lo cual la Derecha ha demostrado históricamente tener expertos, es la siembra de mentiras, a través de declaraciones irresponsables, afirmaciones sin fundamento, acusaciones a la bandada y que hace la caja de resonancia, o se retroalimentan con las palabras agresivas de personeros como Piñera y otros.
En medio de la aviesa intención politiquera de destruir la confianza en el gobierno, de erosionar la imagen de la Presidenta-que hicieron desde el momento de perder las pasadas elecciones presidenciales, surgen de nuevo los conocidos elementos de la “campaña del terror”, que precedió al Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, y loa crímenes de la dictadura de Pinochet.
En una sincronizada campaña a través de las redes sociales, pero también en declaraciones de algunos actores de la Derecha política y comunicacional, se ha buscado criminalizar a mapuches o indeterminados “izquierdistas” como responsables de los incendios.
En medio de la coyuntura trágica que vive el país y las personas de las regiones afectadas directamente, circulan mensajes donde se acusa directamente a los mapuche y las Farc (repitiendo un libreto publicado hace años por “El Mercurio”), agregando “originalmente” al Estado Islámico, de provocar intencionalmente los incendios.
Uno de los mensajes anunciaba que la Región Metropolitana se quedaría sin suministro eléctrico, por efecto del fuego en la comuna de Parral. Otro mensaje muestra a un hombre a caballo desatando focos de incendio en varios sectores de una zona sin identificar.
Un mensaje en Whatsapp culpa a dos mapuches y un colombiano de causar los siniestros en la comuna de Pumanque, (los cuales habrían sido apresados) mientras otros aseguran que los siniestros forestales de O’Higgins, Maule y Biobio fueron intencionales y hasta que se habrían detenido a “tres tipos” que iban en una camioneta “lanzado bencina” causando el fuego en el sector Palomares, de Concepción.
Nada de esto ha sido confirmado. No pasan de ser suposiciones mal intencionadas, de afirmaciones sin asidero en la realidad. Argumentos, municiones de una guerra sucia.
Esta combinación de politiquería, mentiras, rumores con la intención de causar alarma y desatar desconfianzas de las autoridades, prejuicios y hasta racismo debe ser rechazada por la opinión pública. Y los autores, llevados a la justicia.
Con toda seguridad habrá lecciones que sacar de esta desgracia. Experiencias que deben dar paso a iniciativas institucionales, sociales, que ayuden al país a prever y enfrentar estos desafíos a los que seguramente seguiremos expuestos. Pero hoy es la hora de controlar el fuego, de la solidaridad, del esfuerzo conjunto, de la voluntad de levantarse de nuevo.
Por Marcel Garcés Muñoz
Director de Crónica Digital
Santiago de Chile, 27 de enero 2017
Crónica Digital