El gobierno de Grecia se mostró hoy convencido de que su propuesta ante los acreedores se ajusta al mandato popular y que por ello será refrendado por la Asamblea Nacional cuando sea presentado en próximos días.
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Así lo expresó el Ministro de Estado, Nikos Pappas, al asegurar que su partido fue elegido “con un mandato específico, y como resultado de esta elección formó una mayoría” gracias a la cual contará con el apoyo necesario en su trámite parlamentario.
Pappas, que es además uno de los responsables del equipo negociador, salió al paso con estas declaraciones a las fuertes críticas internas de algunos diputados del partido gubernamental, el izquierdista Syriza, y de su socio de gobierno Anel, derecha nacionalista.
Al tiempo, el portavoz del ejecutivo, Gabriel Sakelaridis, advirtió a los críticos de sus filas que el gobierno no podrá mantenerse sin el respaldo de una mayoría de diputados, lo que supondría una convocatoria electoral extraordinaria.
Para Sakelaridis si bien la propuesta marca una cierta “distancia” con el programa de Syriza, el contenido defiende un “reparto justo” de la carga social por cuanto la subida de impuestos solo afectará a los más ricos y la modificación del IVA en las islas del Egeo, aún está por discutir.
Entre los aspectos más controvertidos se encuentra la reforma del sistema de pensiones, subiendo las cotizaciones a empleadores y jubilados, eliminando los retiros anticipados de manera paulatina y aumentando la edad de jubilación a los 67 años, de aquí a 2025.
Con el conjunto de medidas se espera obtener cerca de 8 mil millones de euros en los próximos dos ejercicios sin que estas medidas, según el Primer Ministro Alexis Tsipras, se carguen sobre empleados y jubilados para “proteger las pensiones y los salarios, las familias medias y, por vez primera, pasar el peso a quienes tienen capacidad”.
Atenas, 23 de junio 2015
Crónica Digital / PL