Enhorabuena a todos los iraquíes, el criminal ha sido ejecutado, afirmó Al Rais en declaraciones a la televisión estata Al Iraquiya. La emisora afirmó, según un comunicado oficial, que el primero en ser ejecutado fue Sadam, seguido por Barzan y el último fue Auad al Bandar, ex juez. El gobierno ha difundido fotografías de Sadam tomadas en la ejecución del ex presidente y tras la muerte de éste, cuando ha sido envuelto con una sábana blanca.
Aunque el responsable iraquí no precisó dónde exactamente fue llevada a cabo la ejecución, el juez Munir Hadad, vicepresidente del Tribunal supremo de apelación, que asistió al ahorcamiento de Sadam, aseguró que este fue ejecutado en el edifico que albergó la sede del servicio de inteligencia durante el régimen de Sadam, en el barrio de al Kazimiya en el centro-norte de Bagdad. Según Hadad el dictador fue ejecutado en la actual cárcel y centro de detención Al Adala (La Justicia) a las 06.10 horalocal (03.10 GMT).
Según el juez, el ex mandatario fue ahorcado en presencia del representante de la Fiscalía General, Munqiz Al Faraón, y un representante del primer ministro iraquí, además de un viceministro de Justicia iraquí, un religioso y un médico.
Momentos después de la ejecución, las autoridades iraquíes impusieron el toque de queda en Tikrit, la ciudad natal de Sadam, así como en varias localidades cercanas.
Según fuentes policiales iraquíes, el toque de queda en Tikrit durará cuatro días y se estableció en previsión de posibles disturbios o atentados de represalia por la ejecución de Sadam.
Efectivos de la policía y del Ejército iraquí establecieron puestos de control en las carreteras que conducen a esa ciudad, situada a unos 170 kilómetros al norte de Bagdad, añadieron.
Horas antes de la ejecución, Raghad Sadam, la hija mayor del ex presidente de Iraq, pidió que su padre fuera enterrado en la capital yemení, Sanah, informó el canal de televisión árabe Al Yazira. Para ello, Raghad instó al Gobierno yemení que “intervenga para que sea enterrado en Sanah”.
En Estados Unidos, un alto oficial militar estadounidense, bajo anonimato, confirmó la noticia a diversos medios de comunicación del país.
Minutos después de ofrecer la noticia, las cadenas de televisión mostraron imágenes de cientos de iraquíes celebrando la noticia en la localidad estadounidense de Dearborn (Michigan), donde reside la mayor parte de la comunidad iraquí en EE.UU.
Así, la cadena de televisión estadounidense CNN informó de que, según la televisión estatal iraquí, la ejecución de Sadam fue grabada en vídeo y fotografiada. La cadena indicó también que inmediatamente después de la ejecución de Sadam, personas allí presentes comenzaron a danzar en torno a su cadáver.
Un tribunal especial condenó a muerte en la horca a Husein el 5 de noviembre pasado, tras declararlo culpable del asesinato de 148 chiíes iraquíes de la aldea de Duyail.
El pasado día 26, el juez Aref Abdelrazak Chahin, presidente del Tribunal de Casación de lo Penal, ratificó la condena a muerte de Husein, y anunció que la ejecución debía cumplirse antes de 30 días.
Ayer viernes, abogados del ex dictador aseguraron que éste sería ejecutado de forma inminente durante el fin de semana, después de que las tropas estadounidenses, que lo custodiaban desde que fue capturado en diciembre de 2003, lo entregaran a las autoridades iraquíes para cumplir la sentencia.
Los intentos de los abogados por detener la ejecución, tanto en Iraq como en Washington, fracasaron en las últimas horas.
La ejecución se ha efectuado en el primer día de la fiesta musulmana del Sacrificio (Aid al Adha).
El Pentágono informó este viernes de que las tropas estadounidenses en Iraq se encuentran en estado de “máxima alerta” ante la posibilidad de que se produzcan altercados después de la ejecución.
Varios gobiernos y líderes del mundo coincidieron en que la ejecución de Husein no serviría para pacificar el país.
Sadam, no pasó miedo
El consejero de la Seguridad Nacional de Iraq, Muafaq al Rubaí, que estaba presente durante la ejecución del ex presidente iraquí Sadam Husein, afirmó que éste “pareció sólido y no se resistió a la muerte”. “No, no temía la muerte. Cuando se acercó al lugar donde está la horca me miró y me pidió a mí que no tuviera miedo”, dijo Rubaí en declaraciones a la televisión estatal iraquí Al Iraquiya .
Señaló que el ex dictador vestía un traje anaranjado y en la mano llevaba una copia del Corán (libro sagrado de los musulmanes), y su única petición fue que su copia del Corán “fuera entregada a un hombre que se llama Bandar”. “No pidió nada más que esto”, aseguró el responsable iraquí, quien precisó que el ex dictador fue ejecutado “en un lugar fuera de la zona verde”, donde están las instalaciones del Gobierno iraquí y las sedes de las embajadas de Estados Unidos y del Reino Unido.
Según Rubaí, durante la ejecución estuvieron presentes un juez del Tribunal de Casación iraquí, un representante de la Fiscalía, otro del Gobierno y “un grupo de testigos”, pero “no estuvo ningún norteamericano”. “Lo más importante es que se ha acabado un capítulo oscuro en la historia de Iraq”, dijo el consejero de la Seguridad Nacional, y pidió a los iraquíes, “sean suníes, chiíes o kurdos” que “se unan y se olviden de sus divergencias”.
Fuente: Agencia EFE, La Vanguardia.
Bagdad, 30 de diciembre 2006
Crónica Digital/Agencia EFE, La Vanguardia. , 0, 42, 2