Ante retos globales como el cambio climático, el crecimiento de la población, la inseguridad alimentaria y el acceso al agua, Naciones Unidas instala hoy un simposio para debatir sobre el futuro de la asistencia humanitaria.
El foro de un día toma como referencia el 2025, teniendo en cuenta además los actores gubernamentales, privados y de la sociedad civil que entonces pudieran estar involucrados en las respuestas de emergencia.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) organiza el simposio, bajo el pronóstico de que la asistencia a las víctimas de desastres naturales y otros fenómenos se encamina a “ser radicalmente diferente” en un futuro no tan lejano.
Según la agencia especializada, dentro de doce años, casi dos mil millones de personas residirán en países y regiones con una absoluta carencia de agua, y dos tercios de la población mundial podrían vivir bajo condiciones estresantes en cuanto al acceso a ese preciado líquido.
Por otra parte, 325 millones de seres humanos sumidos en la extrema pobreza se ubicarán en las 49 naciones más amenazadas por sequías, inundaciones, terremotos, huracanes, deslizamientos y volcanes.
La OCHA basa las proyecciones de un planeta más necesitado de asistencia humanitaria en el actual panorama.
Entre 60 y 70 millones de personas reciben apoyo cada año, en comparación con los 30 o 40 millones que hace una década estaban en igual condición.
Respecto a los recursos financieros, la Oficina también advierte un incremento a corto plazo, luego de los “sin precedentes 13 mil millones de dólares destinados a ayudar a 73 millones de seres humanos en 24 países”.
Naciones Unidas, 12 de diciembre 2013
PL