Estudio de la Universidad Pedro de Valdivia confirma que en Chile el suicidio es la segunda causa de muerte entre los 10 y los 24 años y la primera en hombres entre los 20 y los 24 años.
Según datos publicados por la Organización Panamericana de la Salud, el suicidio es la segunda causa de muerte en jóvenes entre los 15 y los 19 años y se mantiene al alza, es por esta razón que la entidad académica elaboró un estudio que busca prevenir a padres y cuidadores sobre los riesgos del suicidio adolescente y cómo puede ser abordado desde distintas aristas para evitar su ocurrencia.
El rector de la Universidad Pedro de Valdivia, Gonzalo Arenas, señaló que “el suicidio juvenil es un fenómeno que nos preocupa y respecto del cual estamos generando estrategias que ayuden a no sólo a nuestros estudiantes y sus familias, sino que puedan ser utilizadas por otros actores en el país para evitar que siga en aumento.” Sobre el particular agregó que “las cifras públicas de salud muestran un aumento en la tasa de suicidio desde un 4,6% a un 6,8% entre el año 2000 y el 2010, lo que obliga a redoblar los esfuerzos que se están desplegando por las entidades públicas en la materia.”
Según el psicólogo de la Universidad, Martin Casassus, “La Encuesta Nacional de Salud 2009 – 2010, muestra que la prevalencia de sintomatología depresiva es de un 14% en la población adolescente, por lo que el suicidio juvenil debe no sólo ser incluido como una prioridad sanitaria, sino que debe tener recursos y políticas concretas asociadas a su abordaje.”
Según datos del Ministerio de Salud, el objetivo al 2020 en esta materia es disminuir la proyección de la tasa en un 15%.
SEÑALES DE ALERTA EN EL COMPORTAMIENTO ADOLESCENTE:
Ponga atención a las siguientes situaciones:
1. Cambios bruscos de conducta sin “causa aparente”.
2. Consumo o abuso de alcohol y/o drogas.
3. Comportamientos auto agresivos o agresiones a terceros.
COMPORTAMIENTOS DE ALERTA DE LOS PADRES:
1. Chantaje emocional como forma de disciplinar a los hijos: “Nunca más vuelvas a hacer eso, ¿no ves lo mal que me pongo cuando lo haces?”
2. Amenazas con el retiro del cariño o con el abandono: “si vuelves a hacer eso, no te voy a querer nunca más”, “si haces eso otra vez, me voy a ir”.
3. Denigración o humillación: “¿Qué te pasa, eres tonto?”, “le voy a contar a todos tus amigos lo que hiciste.”
FACTORES FAMILIARES PROTECTORES:
De acuerdo al estudio de la Universidad Pedro de Valdivia, existen algunas condiciones relacionales familiares que pueden ser protectoras frente al desarrollo de una sintomatología depresiva o de comportamientos suicidas (ideación, intento o consumación), en los que hay que poner atención. Según el psicólogo, Martín Casassus, “es importante saber que estos factores no son independientes uno del otro, sino que se desarrollan en la relación entre ambos.”
QUÉ HACER SI NOS DAMOS CUENTA DE QUE NUESTRO HIJO (A) PRESENTA CONDUCTAS DE RIESGO:
1. Es importante mantener comunicación constante con nuestros hijos y que ésta sea clara; respondiendo a sus inquietudes o necesidades.
2. Los adolescente deben sentir que pueden acudir a sus cuidadores frente a un problema y debe saber que si lo hacen, encontrarán una respuesta de apoyo y contención.
3. El ejercicio de autoridad debe ser claro, se deben evitar aquellos mensajes que inducen a dobles lecturas, contradicciones en temas valóricos y/o mensajes de cariño paradójicos. Por ej. “No se seas como yo con la gente”; “Yo te quiero mucho, pero me carga como eres”.
4. No actúe de una u otra forma para evitar la crítica del adolescente, sino que actúe por real y genuina convicción.
5. Mantenga roles bien definidos. Es importante que cada uno sepa qué papel juega dentro del sistema familiar. No Hay una forma correcta de ser hijo o de ser padre, por lo que es importante que cada persona logre encontrar su propio sistema de ajuste.
Santiago de Chile, 15 de noviembre 2012
Crónica Digital