La capital de Haití exhibe hoy un mayor nivel de peligrosidad luego de que pandilleros asaltaran la penitenciaría nacional y liberaran a connotados criminales, lo cual supone una amenaza para la policía y la población.
Previo al ataque los bandidos vigilaban el recinto con un dron, y una vez obtenida la información requerida iniciaron la escaramuza con pistolas y ametralladoras semiautomáticas contra los agentes de servicio.
Los delincuentes superaban numéricamente a los custodios y eso influyó en sus resultados finales.
Hasta el momento la cifra de fugados no fue divulgada, ni mucho menos sus perfiles, pero los principales cabecillas de pandillas no se encuentran ya en el mayor centro de detención de Haití.
Videos mostraban el regreso triunfal de algunos jefes de bandas que se dirigían a sus reductos, donde será bien difícil ir a detener.
También escaparon muchos presos comunes y acusados del asesinato del presidente, Jovenel Moise (1968-2021).
Esta acción -que prueba hasta qué punto pueden llegar las pandillas- fue perpetrada a unos cientos de metros del Campo de Marte, donde se encuentran el Palacio Nacional, la comisaría de Policía de Puerto Príncipe y una unidad antidisturbios.
Puerto Príncipe, 3 marzo 2024
Crónica Digital/PL