El lunes 20 de febrero en el Teatro Dante de Talcahuano, se llevó a cabo una actividad atípica. La historia para los habitantes del puerto se inicia siete días antes, cuando una embarcación deportiva del tipo trimarán, de origen ruso, llega a su embarcadero. Tres navegantes, incluyendo a la perrita chihuahua Posoka, pertenecen a la expedición “Russian Ocean Way” que zarpara desde San Petersburgo en el año 2021. En Talcahuano, Región del Bio-Bio, son recibidos por el Club de yates de la zona.
La plaza de la ciudad tiene el aire apacible de la provincia. En un costado se encuentra el Teatro Dante, pasadas las 19:30 horas, los navegantes se reúnen con la comunidad local, se trata de pescadores, niñas y niños, personal municipal, curiosos e integrantes de una pequeña comunidad rusa que habita en la zona. Los asistentes, escucharon, preguntaron, pudieron disfrutar no solo de los relatos, también conocieron algo de la cultura rusa por medio de su idioma, canciones y pensamiento expresado por estas personas. Los que asistieron, pudieron interiorizarse del proyecto que los apasiona, nada menos que recorrer las costas de 40 países, aportando en cada lugar que arriban, su experiencia acumulada en educación medio ambiental, ciencia y turismo.
Evgeny Kovalevsky, es científico y director de la expedición, consultado por lo que lo anima a ser parte de una experiencia tan particular, nos dice que “hace más de 40 años que practica deportes extremos y ve en la posibilidad de aumentar su dificultad, traspasar la barrera de lo posible, de lo imaginado, lo anima también su deseo de aprender y enseñar por medio de la práctica, su amor por la naturaleza y el mar, tanto a los niños de su país, como de otras partes del mundo”.
Estanislay Beriozkin, es el capitán de la embarcación, campeón de Rusia y Siberia en turismo de vela e integrante de la Sociedad Geográfica Rusa que patrocina el proyecto. Para él, “lo motiva la idea de realizar algo que nadie más haya hecho, en esa perspectiva, repetir la ruta de los antiguos navegantes rusos del siglo XIX le parece fascinante, como investigar un aspecto muy desconocido de la historia de su país, la vinculación geográfica que existió con América del Norte en su momento”.
Pasadas las 21:00 horas culmina la actividad, donde se comparte un té y una muestra de la gastronomía rusa con dulces de diverso tipo. El ambiente es tranquilo, como si estas personas nos hubieran transportado durante un par de horas a su pequeña barca, para experimentar la sensación de vernos suspendidos en tiempo y espacio en la inmensidad del océano. Un viejo pescador, me comenta que con los años de experiencia que ha tenido en el mar, al ver el trimarán y su forma de conducirlo se emocionó, porque entendió el amor infinito que ellos tienen por lo que hacen.
Omar Cid
Escritor, Master en Escritura y Narración Creativa
Subdirector Crónica Digital
Talcahuano, 21 de febrero del 2023