Mientras los líderes de otros territorios del país, incluso republicanos como él, decidieron en días recientes emitir mandatos que establezcan el empleo obligatorio de esa forma de protección ante la pandemia, Kemp no solo evitó una medida de ese tipo, sino que dejó sin efecto lo establecido en ciudades y condados de Georgia.
Por medio de una orden ejecutiva emitida este miércoles, el gobernador extendió la emergencia pública del estado, donde ya se acumulan más de tres mil muertes a causa de la Covid-19, la enfermedad provocada por el coronavirus, y dijo que se recomienda enfáticamente cubrirse la cara, pero que no es obligatorio.
‘Las órdenes ejecutivas anteriores, y ahora esta orden, establecen que ninguna acción local puede ser más o menos restrictiva que la nuestra. Hemos explicado que los mandatos de máscara locales no se pueden hacer cumplir’, indicó en Twitter Candice Broce, una portavoz del republicano.
Varios líderes locales criticaron de inmediato la decisión de Kemp, entre ellos el alcalde de Savannah, Van Johnson, quien desde el 1 de julio exigía a los residentes de su ciudad cubrirse la cara en público o enfrentar una multa de hasta 500 dólares.
Es oficial. El gobernador Kemp no se preocupa por nosotros, escribió Johnson en Twitter, y agregó que en su localidad harán caso a la ciencia y tendrán máscaras disponibles para entregar a los residentes.
Por su parte, la alcaldesa de Dunwoody, Lynn Deutsch, quien aprobó una orden sobre el uso de máscaras que debía entrar en vigencia hoy, dijo que las pequeñas empresas pidieron a la ciudad exigir su uso porque los empleados están preocupados por la exposición al virus.
¿Sabes quién está atrapado en la batalla entre el gobernador de Georgia y los gobiernos locales? Empleados de tiendas de comestibles, trabajadores minoristas y servidores de restaurantes. En otras palabras, las personas que probablemente no tengan seguro de salud ni tiempo libre pagado, indicó en la misma red social.
La decisión de Kemp de impedir que sea obligatorio el uso de máscaras se dio a conocer el mismo día en que el Instituto de Medición y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington pronosticó que Estados Unidos podría alcanzar 224 mil 89 decesos por la Covid-19 para el 1 de noviembre.
Eso significa que ocurrirán hasta ese momento otras 84 mil muertes, dado que actualmente suman unos 140 mil los fallecimientos en el país.
De acuerdo con la institución, el número de muertes estimadas para noviembre podría reducirse en 40 mil si casi todos los estadounidenses usaran máscaras en público, algo que no sucede en la actualidad.
Washington, 16 julio 2020
Crónica Digital/PL