Tropiezos y encontronazos del gobierno con la oposición y sus propios partidarios, con la crisis sanitaria, economía y social como centro, caracterizaron en Chile la semana que finaliza.
Tras una creciente insistencia de amplios sectores políticos incluso desde la coalición de gobierno, el presidente Sebastián Piñera anunció el domingo un plan de ayuda a la clase media, ahogada por los efectos de la crisis provocada por la pandemia.
Pero ese programa, basado en la entrega de créditos financiados por el Estado, postergación en pago de deudas hasta por seis meses y del subsidio de arriendo por tres meses, y ampliación de los créditos con aval del Estado (CAE) para la educación superior, tuvo un efecto opuesto a lo esperado por La Moneda, al generar un diluvio de críticas.
El mandatario anunció esas medidas como una importante ayuda para enfrentar las consecuencias de la crisis, pero para muchos solo conducirá a empeorar con más deudas las ya precarias condiciones de la clase media.
Entre muchas opiniones, el diputado Daniel Nuñez, presidente de la comisión de Hacienda de la cámara baja, lo definió como un “anuncio rimbombante” que reiteró la lógica del endeudamiento para un país con la deuda privada de las más altas del mundo.
En medio del malestar por esa propuesta insuficiente y errática, el gobierno echó más leña al fuego al ingresar al Congreso un veto presidencial contra una ley respaldada por amplia mayoría en ambas cámaras, que impide el corte de los servicios básicos, en medio del estado de Catástrofe.
Esto fue acogido como una muestra de la insensibilidad del ejecutivo ante la difícil situación de millones de familias y de su posición a favor de las grandes empresas.
Pero el mayor descalabro de La Moneda fue la aprobación por la cámara baja de legislar sobre un proyecto de reforma constitucional que permita a los afiliados a las empresas
Aseguradoras de Fondos de Pensiones (AFP) sacar hasta 10 por ciento de sus ahorros de esas entidades para enfrentar la crisis sanitaria y económica.
Esto causó un desbarajuste en el oficialismo pues a pesar del rechazo del gobierno, la iniciativa contó con el respaldo o la abstención de una veintena de diputados de derecha.
El malestar en La Moneda llegó al punto de que se suspendió “hasta nuevo aviso” el comité político ampliado que Sebastián Piñera realiza los lunes con los presidentes de la coalición Chile Vamos, donde algunos anunciaron incluso un proceso de “reflexión”.
Para analistas políticos la derrota del Gobierno en la votación evidenció su incapacidad para articular y conducir el proceso legislativo, más aún ante una oposición que actuó en bloque, a diferencia de la dispersión mostrada en otras ocasiones.
Santiago de Chile, 12 de julio 2020
Crónica Digital/PL