El gobierno de Sebastián Piñera ha ido de menos a más con su agenda legislativa. Tras un tibio y precario inicio, logró aprobar algunas iniciativas relevantes, sin levantar tanta polvareda, a diferencia del gobierno anterior de Michelle Bachelet y, también a diferencia de la ex Presidenta, con contenidos retrógrados. Y cabe observar, además, que lo hizo con el pleno beneplácito y conformidad de la opinión pública, que ha demostrado una creciente e inquietante acefalía. Es decir, logró más con menos y todo con aplausos. Un año redondo.
Es el caso del proyecto que crea el nuevo Servicio de Protección del SENAME. El Presidente presentó su propia iniciativa, menos ambicioso y desechando de paso, la que fuera formulada por el gobierno anterior, y lo hizo sin avanzar en el Proyecto de Ley que crea el Sistema de Garantías de la Niñez, demanda histórica de la sociedad civil. Durante la época de la Presidenta Bachelet, no se dejó avanzar en la división del SENAME precisamente por la demanda de contar primero con el proyecto de Garantías conocida como Ley Marco. Sin embargo, el actual gobierno logró abrir paso a su agenda de niñez al interior de la Cámara con apoyo transversal. De igual modo, el proyecto de ley que aumenta las subvenciones a los organismos colaboradores acreditados (OCA) del SENAME fue despachado por el Congreso antes de cumplirse un año calendario. Es curioso si consideramos las múltiples denuncias por muertes en SENAME, que en su casi totalidad se produjeron en los recintos de las OCAs. Pese a ello, la opinión pública solo juzgó y responsabilizó a SENAME y ahora, se aprobó un incremento de las subvenciones sin que, de por medio, existiera mayores exigencias en el empleo y fiscalización de los recursos que el Estado literalmente regala a las OCAs.
Otro éxito en la agenda legislativa del gobierno fue el proyecto de ley de Migraciones. Esta iniciativa representa un retroceso a lo actualmente vigente, que, dato no menor, data de plena época dictatorial. El gobierno promueve un proyecto que consagra una política migratoria de puertas cerradas, que dificulta el acceso a beneficios y al ejercicio de derechos y no promueve una inclusión de los extranjeros. Desde un discurso disfrazado de orden y la regularidad, ha logrado sumar a parlamentarios de oposición construyendo un relato basado en los temores y prejuicios del ciudadano común, sin hacer pedagogía sobre el impacto real de la migración. Por ejemplo, los migrantes sí pagan impuestos y de forma abrumadoramente mayoritaria porque trabajan productivamente, razón que los convierte en contribuyentes significativos del crecimiento del PIB. Sin embargo, nada de eso se menciona, optando en cambio, por publicitadas acciones como la Operación Retorno de ciudadanos haitianos, de evidentes rasgos racistas totalmente soslayados por la opinión pública.
Y así, en varias iniciativas más, como Aula Segura, Mortinato cotización para honorarios, estatuto laboral para jóvenes e incluso identidad de género, le ha permitido al gobierno logros legislativos relevantes los que se caracterizan por ser constantes en el tiempo y de importancia política. En suma, se ha ido de menos a más. El contraste con el gobierno anterior de Piñera es brutal toda vez que la agenda legislativa de entonces estuvo repleto de fracasos.
La oposición demuestra estar confundida aun, en una disputa abierta, y, por cierto, muy necesaria, de posicionamiento de cada cual. En ese proceso, solo ha tenido logros aislados, y retrocesos sucesivos. No se trata solo de falta de unidad sino también de reconocer la habilidad gubernamental. La única excepción quizás, han sido los proyectos de ley del Ministerio de Economía, que han debido ser negociados con la oposición ante la férrea unidad de los diputados de esa Comisión, que forzó a una negociación de todos los proyectos de ley durante el año 2018.
Un tema sustantivo que debe resolverse este año 2019 para la oposición, es tomar la decisión sobre el modo en que hará posición. La alternativa de negar la sal y el agua es eficiente a la hora de negociar por cuanto genera instancias de negociación. Privilegiar, en cambio, acercamientos anticipados, como se hizo en el caso de las Mesas que implementó el gobierno en el primer semestre, le permite al Ejecutivo llegar al Congreso con el camino despejado siendo los únicos ganadores. De allí que el debate que debe hacer la oposición es si quiere llegar a gobernar o si prefiere ser oposición.
La agenda que debe promover la oposición en materia legislativa para este año 2019 debe considerar en primer lugar, la votación de la Nulidad de la Ley Longueira entre marzo y abril. En segundo lugar, debe impedir que la Reforma Tributaria disminuya la recaudación fiscal proveniente del sector más opulento de la población, que es lo que busca el gobierno. Es el corazón de la contra reforma tributaria, que los ricos paguen menos impuestos, lo demás, es adorno. En tercer lugar, debe asegurar una votación en bloque en contra del proyecto de Admisión (In)Justa por cuanto promueve una regresión al sistema educativo anterior caracterizado por ser tremendamente segregador e injusto.
Desde luego surge el tema de la unidad de la oposición. Sin embargo, esta unidad solo se logra en la medida en que sus integrantes movilicen a la ciudadanía. Si la oposición continúa obrando desde la falsa premisa de que los únicos acuerdos válidos son aquellos creados dentro del congreso, perderá permanentemente todas las batallas y no entrará a La Moneda. La ciudadanía informada y movilizada le permitirá ganar mas disputas. El problema es que existe una peligrosa tendencia al retorno a la política de los consensos que tanto perjudicó a nuestra democracia en circunstancias en que la oposición debe hacer su propia versión de lo que en su momento Andrés Allamand bautizó como “el desalojo”. La derecha siempre salió a empatar y el resultado fue que ganaron por el hecho de demostrar que estaban dispuestos a gobernar y no ser oposición. Eso es lo que hoy le falta a la oposición si quiere hacer las cosas bien en el Congreso.
Carlos Arrue
Analista Político
Santiago de Chile, 5 de febrero 2018
Crónica Digital