El tema de los numerosos casos de abusos sexuales cometidos por clérigos chilenos vuelve hoy a la palestra ante la inminente reunión del Papa con cinco obispos de este país.
Los obispos, quienes viajan este sábado a Roma, se reunirán el lunes con el papa Francisco para, según informó la Conferencia Episcopal de Chile, informar al sumo pontífice sobre lo avanzado en los compromisos asumidos por la Iglesia chilena desde el anterior encuentro celebrado en mayo de 2018.
También le informarían sobre la marcha de los procesos judiciales y eclesiásticos que se siguen en contra de los sacerdotes denunciados por cometer abusos sexuales.
El pasado año la jerarquía católica chilena en pleno fue convocada por el Papa al Vaticano para analizar la crisis por la que atraviesa la iglesia en Chile como consecuencia de las denuncias de abusos sexuales y su encubrimiento por las máximas autoridades religiosas del país.
En esa ocasión Francisco desvinculó de la Iglesia a una decena de obispos de la Conferencia Episcopal chilena, mientras que los demás se comprometieron a colaborar con los procesos judiciales en marcha.
Sin embargo las expectativas sobre este nuevo encuentro han aumentado aquí pues entre los convocados ahora figuran dos obispos que son investigados por encubrir delitos sexuales, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, y el presidente de la Conferencia Episcopal, Santiago Silva.
Ya se escuchan reacciones ante la reunión del lunes, y al respecto Juan Carlos Cruz, víctima del excura Fernando Karadima, declaró a una emisora radial que “los obispos chilenos son de una soberbia que no tiene nombre” y sostuvo que irán a defenderse de las críticas, ante el mal manejo de los casos de pederastia cometidos por miembros del clero.
En cuanto a los procesos que están en marcha, Cruz dijo esperar que le sea negado el sobreseimiento definitivo al cardenal Ricardo Ezzati por una acusación de encubrimiento y acusó al clérigo de intentar escapar de una investigación que apenas comienza.
En tanto, Marcial Sánchez, experto en temas de la Iglesia, consideró que los obispos chilenos están en deuda con las tareas encomendadas por el Papa y calificó de deficiente su labor para hacer frente a lo relacionado con los múltiples casos de abusos sexuales.
Sánchez advirtió que algunos obispos han asumido con responsabilidad sus compromisos con el Vaticano, pero otros “solo están preocupados por ellos mismos” y opinó que la Conferencia Episcopal aún no se ha puesto en el lugar de las víctimas, con las cuales ni se ha reunido, y no ha colaborado efectivamente con la justicia, como pidió el Pontífice.
El más reciente informe de la Fiscalía de Chile da cuenta de 148 casos de abusos sexuales en los que está involucrada la Iglesia Católica, con ocho obispos en la mira, y en total son 255 las víctimas de delitos sexuales cometidos por miembros del clero, 10 más que en un informe precedente presentado en la segunda mitad del 2018.
Santiago de Chile, 12 de enero 2019
Crónica Digital /PL