Han transcurrido 51 años desde que el 16 de septiembre de 1973 la soldadesca golpista arrancó la vida del gran creador chileno Víctor Jara, luego de que fuera arrestado en las dependencias de la Universidad Técnica del Estado (UTE) y recluido en el entonces Estadio Chile, convertido en improvisado campo de concentración. Por otro lado, han pasado casi 57 años desde que el revolucionario argentino–cubano Ernesto Guevara de la Serna, más conocido como el Che Guevara, fue asesinado por militares bolivianos, orientados por un agente de la CIA, en la localidad rural de La Higuera: fue el 9 de octubre de 1967.
Las vidas de ambos personajes, los cuales ingresaron por la puerta ancha a la Historia de los pueblos, quedaron para siempre entrelazadas en una canción: El Aparecido. Fue escrita y compuesta por Jara en homenaje al Che Guevara.
“El aparecido” apareció en el álbum Víctor Jara lanzado en el mismo 1967 a través del sello discográfico Odeon (actual EMI) y en el que aparecieron otros temas inmortales del cantor, como “Que alegres son las obreras”, “Así como hoy matan negros”, “El amor es un camino que de repente aparece”, y “Ay mi palomita”.
Aunque parezca increíble, hay quienes todavía tienen dudas respecto del sentido explícito de la canción. Por ejemplo, en el sitio letras.com puede leerse la siguiente “interpretación” de su significado: “Es un himno de resistencia y lucha. La letra narra la historia de un personaje misterioso (sic) y casi mítico que se mueve por los cerros, dejando su huella en el viento y siendo parte del paisaje natural, lo que sugiere su conexión profunda con la tierra y sus raíces. Este personaje nunca se queja, a pesar de las adversidades, y su presencia inspira a los más desfavorecidos a seguirlo (…) lo que denota un liderazgo implícito y una influencia revolucionaria. El coro ‘Correlé, correlé, correlá’ refleja la urgencia y el peligro que enfrenta el protagonista, probablemente un líder revolucionario (sic), perseguido por aquellos en el poder. La repetición de estas frases añade un ritmo frenético que evoca la sensación de una persecución. Las imágenes de su cabeza ‘rematada por cuervos con garra de oro’ y su crucifixión por ‘la furia del poderoso’ son metáforas potentes de sacrificio y sufrimiento, pero también de la codicia y la brutalidad de sus enemigos”.
Tiempo después que el Che Guevara abandonó Cuba, reapareció en Bolivia. Era la expresión de su idea de “crear muchos Vietnam”, para extender los procesos revolucionarios a toda la América Latina. En 1967 las noticias que llegaban desde la guerrilla eran de una intensa persecución de los militares bolivianos y de los agentes de Estados Unidos. Fue el contexto de inspiración para que Víctor Jara compusiera El aparecido a principios de 1967, diez meses antes que el Che fuera capturado.
El tema primero apareció como single en marzo. La casa discográfica, Odeón (dependiente de la multinacional inglesa EMI) sólo permitió la escueta dedicatoria A E. “Ch.” G.
La hoy conocida letra señalaba lo siguiente:
Abre sendas por los cerros
Deja su huella en el viento
El águila le da el vuelo
Y lo cobija el silencio.
Nunca se quejó del frío
Nunca se quejó del sueño
El pobre siente su paso
Y lo sigue como ciego.
Correlé, correlé, correlá
Por aquí, por allí, por allá
Correlé, correlé, correlá
Correlé que te van a matar
Correlé, correlé, correlá
Correlé que te van a matar
Correlé, correlé, correlá.
Su cabeza es rematada
Por cuervos con garra de oro
Cómo lo ha crucificado
La furia del poderoso.
Hijo de la rebeldía
Lo siguen veinte más veinte
Porque regala su vida
Ellos le quieren dar muerte.
Correlé, correlé, correlá
Por aquí, por allí, por allá
Correlé, correlé, correlá
Correlé que te van a matar
Correlé, correlé, correlá
Correlé que te van a matar
Correlé, correlé, correlá.
Por cierto, era apropiada la expresión “hijo de la rebeldía” para referirse al Che Guevara, así como la caracterización de sus persecutores como “cuervos con garra de oro”, los que, como se repetía en la canción, pretendían la muerte del aparecido.
Su compañera Joan Jara rememoró: “El Partido Comunista (de Chile) criticó a Víctor por haber dedicado en aquel momento una canción al Che Guevara, a pesar de que no era una llamada a las armas sino una muestra de admiración por el heroísmo del Che y una denuncia de los métodos y móviles de los Estados Unidos en la protección de sus intereses en Latinoamérica. Aunque Víctor era fundamentalmente una persona pacífica y no violenta, tenía una apasionada conciencia respecto de la verdadera violencia en las que se fundan las privaciones y la pobreza”.
Hay detalles respecto del origen de la canción en el famoso libro de Joan: “Víctor Jara: Un Canto no Truncado”.
Víctor Jara militaba en las filas del Partido Comunista, por entonces partidario de la “vía pacífica al socialismo” y contradictor de las corrientes de la izquierda que propiciaban en Chile la lucha armada como el MIR y sectores del Partido Socialista. De hecho, esa postura era compartida por el conjunto del Movimiento Comunista Internacional: ejemplo de aquello fue un controvertido folleto de los comunistas argentinos, escrito por Rodolfo Ghioldi ese mismo año 1967, titulado “No puede haber una revolución en la revolución”. Por ello, no es extraño que al PC chileno no le agradara la canción de Víctor Jara.
En el Catalogo Audiovisual del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos se explica: “Esta canción fue escrita por Víctor Jara en 1967 para el Che Guevara, cuando el guerrillero aún vivía y era intensamente buscado en el mundo”. Agrega: “En 1971 la grabó Inti Illimani en su disco ‘Autores Chilenos’, y desde entonces es una pieza clave de su repertorio. En 1999 fue incluida en una serie de compilaciones que editó el conjunto, y por eso se le hizo un videoclip promocional, que alterna imágenes de Bolivia, de Inti en su exilio, de Víctor Jara y del propio Che Guevara”.
“Autores Chilenos” fue el sexto álbum oficial de Inti Illimani, y fue una especie de homenaje a los autores chilenos que iniciaron el movimiento de la Nueva Canción Chilena. En abril de 2008, la revista “Rolling Stone” situó a este álbum como el 18º mejor disco chileno de todos los tiempos. La versión que allí apareció de El Aparecido llegó a ser ampliamente famosa.
Por Iván Antonio Gutiérrez Lozano. El autor es periodista.
Santiago, 24 de septiembre de 2024.
Crónica Digital.