El gobierno chileno solicitó ayuda internacional para esclarecer el asesinato de tres carabineros, un hecho que conmociona hoy al país y que constituye el peor ataque contra la institución desde el retorno a la democracia en 1990.
En la madrugada del sábado, los suboficiales Sergio Arévalo, Misael Vidal y José Cisterna fueron ultimados en la comuna de Cañete, de la región del Biobío, por individuos armados que también prendieron fuego a la camioneta blindada donde se desplazaban.
Debido a que el crimen ocurrió en una zona rural con poca señal, Chile gestiona ayuda especialmente satelital para conocer lo más posible los movimientos ocurridos ese día, los involucrados en el hecho y la dinámica que se produjo, dijo la ministra vocera del Gobierno, Camila Vallejo.
Por su parte, la titular del Interior, Carolina Tohá, añadió que para el trabajo en el terreno cuentan con equipos calificados.
Tohá confirmó que hay varias líneas investigativas que se están explorando para ir descartándolas.
El fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, quedó a cargo de la investigación.
Las comunas de Cañete, Contulmo y Tirúa están bajo el toque de queda desde las 22:00 hasta las 05:00 horas y el Ejército decidió aumentar el personal para reforzar los patrullajes en la zona.
Santiago de Chile, 30 de abril 2024
Crónica Digital/PL