En las últimas semanas el país ha experimentado una nueva crisis de seguridad al conocerse casos de delitos de alta connotación, los que han generado gran impacto en la opinión pública. Para contribuir al debate público y al desarrollo de políticas más robustas en el área, Espacio Público presentó su cuarto informe de seguridad. El documento, elaborado por los directores Patricio Domínguez y Mauricio Duce, junto al investigador Raúl Fugellie, revisa y pone en perspectiva los últimos datos de la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC), así como también estudios de diferentes organismos públicos centrados en homicidios y secuestros.
Los resultados de la ENUSC 2022 dan cuenta de un aumento importante de la victimización de hogares, pasando de un 16,9% en 2021 a un 21,8% al año siguiente. Cabe señalar, que la tasa de victimización no sólo aumenta a nivel de hogares, sino que se replica también en personas, la que aumentó de un 5,2% a un 7,3%. Sin embargo, los autores del informe advierten que ese incremento debe entenderse en el contexto especial que generó la pandemia y que afectó de manera significativa las tasa de victimización de 2020 y 2021.
En ese escenario, parece adecuado comparar la cifra de 2022 con la del año 2019, previo a la pandemia. De esta forma, se observa que el alza actual en el porcentaje de victimización de hogares todavía se encuentra por debajo de la tasa de 2019 (23,6%). Lo mismo ocurre con la victimización personal (9% en 2019 versus 7,3% en 2022).
Por otro lado, los datos disponibles muestran una clara tendencia al aumento de los homicidios consumados en el país cada 100 mil habitantes desde 2018: de 4,5 el 2018 a 6,7 el 2022. Se trata de un incremento cercano al 50%, con una tendencia paulatina al alza. Cabe señalar que, a pesar de ese aumento, Chile todavía se encuentra en una buena posición respecto a otros países de la región, incluso aquellos que presentan indicadores socio-económicos y de calidad de democracia similares a los nuestros: Uruguay contó con una tasa de 10,8 y Costa Rica habría superado las 12 en 2022.
Otro dato interesante es que la evidencia disponible muestra que el aumento de homicidios no es homogéneo a nivel regional, presentando en algunos casos diferencias de una enorme magnitud. Así, las tasas de homicidios por cada 100 mil habitantes no se distribuyen de igual forma en el país, existiendo diferencias entre aquella con la tasa más alta (Arica y Parinacota con 17,1) y la más baja (Magallanes con 2,2).
Respecto a los secuestros, según un informe publicado por el Ministerio Público, en números absolutos, si al 2017 había 381 ingresos a la Fiscalía por secuestros, el 2022 esa cifra aumentó a 826. La Fiscalía ha señalado que el aumento entre 2021 y 2022 sería de un 68% (de 492 a 826 ingresos). Si se compara con el año 2019, en cambio, se trataría de un aumento de 46% (de 564 a 826 ingresos). Ambos escenarios muestran un fenómeno preocupante, sin embargo, el informe hace un llamado a analizarlo con cautela y realizando un trabajo de depuración de los datos. La información entregada por el Ministerio Público permite concluir que la mayoría de los secuestros a nivel nacional en 2022 se materializa en un contexto de disputas familiares (20,4%). Luego, le siguen los secuestros extorsivos (16,5%), los cometidos en el contexto de otras actividades delictivas (15,9%) y los realizados con fines o propósitos de carácter sexual -abuso sexual o violación- (10,9%).
Uno de los aspectos valorados por los autores del informe, es la mejora en la disponibilidad de datos en materia de homicidios y, en menor medida, de secuestros. A partir de esa evidencia, se ha anunciado, por ejemplo, la creación de un Equipo Contra el Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) en diez regiones del país, que buscará prevenir tempranamente, y en coordinación con varias instituciones, delitos de homicidio y secuestros cometidos en el contexto de actividades de criminalidad organizada.
Revisa el informe completo aquí.
Santiago de Chile, 11 de diciembre 2023
Crónica Digital
