Decenas de espectáculos pirotécnicos con acento en Valparaíso y esta capital adornarán el fin de año en Chile, donde la fiebre de regalos navideños dejó las arcas familiares estremecidas.
Aunque el país austral transita por una desaceleración económica, de la cual el Gobierno espera salir en 2015, la parafernalia mercantilista de las Navidades terminó por complacer a los comercios.
Ahora, los 345 municipios de la nación transandina se disponen a celebrar el 31 de diciembre por todo lo alto, con cenas tradicionales, el baile nacional de la cueca y sobre todo, espectáculos de fuegos de artificios.
El asado chileno, en el que predominan carnes de res y cerdo, platillos de mariscos y pescados, la típica empanada de pino (carne, aceitunas, pasas y huevo), el pisco, los vinos, la chicha y la cerveza, son parte indispensable de los festejos.
Valparaíso, ciudad portuaria y capital de la región del mismo nombre, sobresale por su velada pirotécnica que combina la belleza de su litoral, el casco viejo de la urbe, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, y los cerros circundantes.
Cerca de un millón de personas disfrutarán del espectáculo de fin de año en la región, donde serán 19 los puntos estratégicos en la bahía y más de 25 toneladas de explosivos, para iluminar una de las celebraciones más esperadas por los chilenos.
En este país sudamericano existe la tradición, en especial en su zona norte, de la quema de monigotes que representan el año viejo, los cuales se confeccionan con materiales de desecho, principalmente de papel y ropa vieja.
Santiago de Chile no se quedará atrás en festejos, con el eje central del jolgorio estará alrededor de la Torre Entel, de 127,35 metros de altura y enclavada en la alameda avenida Libertador Bernardo O´Higgins, en el centro de la urbe.
Desde la Torre Entel se lanzarán miles de fuegos artificiales al filo de la medianoche dentro de la fiesta llamada Street Machine, con el respaldo de conciertos y bailes, dentro de los 25 eventos que se efectuarán en esta capital.
Santiago de Chile, 30 de diciembre 2014
Crónica Digital / PL