El número de muertos por la explosión y posterior incendio en el puerto de Shahid Rajaei, sur de Irán, creció hoy a 28, los heridos a más de 800, y una decena de desaparecidos, según fuentes oficiales.
La catástrofe, ocurrida la víspera, estremeció la ciudad portuaria de Bandar Abbas y destruyó contenedores almacenados cerca de la escena del siniestro, de cuyo origen las autoridades de la República Islámica aún se abstienen de emitir dictamen.
Bomberos, apoyados por helicópteros y aviones, extinguen los rescoldos del incendio provocado por la explosión y buscan posibles víctimas, según reporte de la agencia noticiosa oficial IRNA.
La nave transportaba productos químicos y la deflagración ocurrió en medio de las labores de descarga, según los reportes disponibles al cierre de este despacho.
De su lado, el canciller iraní, Abbas Araghchi, anunció que los servicios de seguridad de su país están en alerta debido a «intentos anteriores de sabotajes y asesinatos “para provocar nuestra legítima respuesta”, velada alusión a acciones de Israel dentro de Irán y en el exterior contra científicos y altos oficiales militares.
A mediados de semana, el canciller persa sostuvo reuniones en el sultanato de Omán con una delegación estadounidense centrada en su programa de desarrollo nuclear pacífico.
La posibilidad de un acuerdo que disminuya las tensiones entre Teherán y Washington es una mala noticia para Israel, que cuenta a las autoridades iraníes entre sus mayores adversarios.
Teherán, 27 abril 2025
Crónica Digital/PL
