Tan elevada cifra de personas que aún analiza dónde colocará su cruz en la papeleta electoral va a tono con un proceso inusual y no tanto por la pandemia de Covid-19, sino por la gran cantidad de aspirantes a la primera magistratura.
Para analistas políticos locales, esa elevada cantidad de indecisos no se corresponde con el mayor número de aspirantes presidenciales en la historia de este país, 25, lo que supone una paradoja o dilema, pues pocos entienden que tantas personas no sepan por quién votar con tantas posibilidades.
Poco más de 3,5 millones de costarricenses están convocados a las urnas para seleccionar al presidente y dos vicepresidentes de esta nación centroamericana para el período de mayo de 2022 a mayo de 2026, así como a los 57 diputados a la Asamblea Legislativa para el mismo lapso.
Atendiendo a esa cantidad de electores, entonces cerca de un millón 120 mil votantes decidirán por quién sufragar en las horas que restan o en el mismo momento de marcar su boleta el próximo domingo en una de las seis mil 676 juntas receptoras de votos distribuidas en todo el territorio nacional.
Tal vez la indecisión de esos electores esté condicionada en este proceso por la falta de temas que los convenzan sobre el candidato presidencial que constituye la mejor opción para resolver los graves problemas sociales y económicos que afectan a esta nación desde hace años.
La pobreza, la desigualdad social -una de las mayores de la región latinoamericana-, la falta de oportunidades y el retraso educativo de buena cantidad de menores y adolescentes son esos principales males, agravados por la pandemia de la Covid-19, y que urgen resolver.
Los programas de gobierno de prácticamente los 25 aspirantes a la primera magistratura hacen referencia a esas problemáticas y a la necesidad de solucionarlas, pero pocos explican cómo lo lograrán sin acrecentar la brecha social con nuevos impuestos o medidas que lleven a más ticos a la pobreza, en la cual está hoy más del 20 por ciento de la población.
Por ello, resulta frecuente en cualquier conversación de barrio sobre los comicios escuchar a las personas decir que aún no escogen al candidato que para ellas pudiera hacerlo mejor.
Eso explica por qué ninguno de los seis aspirantes que aparecen con los mejores porcentajes de intención de voto cuenta ni tan siquiera con la mitad del 40 por ciento necesario para imponerse en primera vuelta y por ello dan por seguro un balotaje entre los dos que obtengan la mayor cantidad de votos válidos el próximo domingo.
San José, 4 febrero 2022
Crónica Digital/PL