Desde horas tempranas movilizaciones en contra y a favor del Gobierno de Jair Bolsonaro han marcado este 7 de septiembre, Día de la Independencia de Brasil. Frente
Frente al despliegue oficialista, el exalcalde de São Paulo Fernando Haddad calificó como un “espectáculo grotesco” las manifestaciones antidemocráticas realizadas en ciudades de Brasil estimuladas por Bolsonaro y abogó por la destitución y reclusión del Presidente.
“En un país mínimamente democrático, Bolsonaro sería destituido de sus funciones y detenido. Solo por el grotesco espectáculo de hoy, que deshonra a Brasil ante el mundo”, publicó el también excandidato presidencial en la red social Twitter.
Haddad posteó su mensaje a raíz de la invasión anoche de la Explanada de los Ministerios, en el centro de Brasilia, por parte de seguidores del exmilitar, que llegaron hasta el frente de la sede de Supremo Tribunal Federal (STF).
Sin respetar medidas sanitarias y desprovisto de máscara, Bolsonaro encabezó este martes en Brasilia una manifestación convocada en defensa de una supuesta “libertad”, pero en la que destacaron reclamos antidemocráticos.
En su alocución, el Jefe de Estado amenazó nuevamente al STF e indicó que “no podemos aceptar más prisiones políticas en nuestro Brasil”.
Para Bolsonaro, “el Supremo Tribunal Federal perdió las condiciones mínimas de seguir dentro de aquel tribunal”.
Sin dar nombres, afirmó el viernes pasado que la manifestación oficialista sería una especie de ultimátum a dos personas que están “usando la fuerza del poder” contra él, en alusión a los ministros del Supremo Luís Roberto Barroso y Alexandre de Moraes.
Ambos magistrados autorizaron abrir investigaciones contra el gobernante, entre otras razones, por propalar informaciones falsas y atacar a la democracia.
Los actos en contra del Gobierno y la 27 edición del “Grito de los Excluidos” han ocupado, además, las calles de más de 200 ciudades brasileñas y del extranjero.
Realizado desde 1995, en contrapunto a las actividades oficiales que marcan la Fiesta Nacional, el “Grito de los Excluidos” se han sumado nuevamente a las actividades de la Campaña Nacional Fuera Bolsonaro, organizada por los frentes Povo Sem Medo (Pueblo Sin Miedo) y Brasil Popular, junto a centrales sindicales y movimientos populares.
Las manifestaciones #7SForaBolsonaro se han realizado en todos los Estados, en el Distrito Federal y en ocho países.
Según los organizadores, el objetivo es “difundir el lema La vida en primer lugar y denunciar el aumento del desempleo, el hambre, los altos precios, el valor de las tarifas energéticas y la falta de alimentos en el plato. Y también para defender la democracia”.
En Brasilia se unieron miles de indígenas que llevan más de una semana esperando el juicio de la tesis del llamado “marco temporal” que definirá el destino de la demarcación de las tierras ancestrales.
En la víspera, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva acusó a Bolsonaro de predicar el odio y la división de Brasil. “Basta con salir a la calle para ver que los brasileños sienten en la piel la destrucción del país. Pero hoy estoy aquí para decir que, a pesar de todo, Brasil tiene un camino”, afirmó el fundador del Partido de los Trabajadores en un video difundido por redes sociales a propósito de la fecha.
Señaló que el papel de un Presidente de la República es regir con un sentido de “confianza en el presente y futuro” y “saber unir fuerzas y gobernar con ese sentimiento permanente, porque de él viene el ejemplo para el país”.
El exdirigente obrero alertó que “especialmente en este 7 de septiembre de un año tan difícil, en lugar de anunciar soluciones para el país, lo que hace (Bolsonaro) es llamar a la gente a la confrontación”.
De quien gobierna el país, añadió, se esperaría “una palabra de solidaridad a las familias que han sido víctimas de la pandemia (de COVID–19), y anunciara un plan para garantizar la vacuna para todos, poniendo fin a la angustia que vive la población”.
Lula insistió en que el exmilitar llama a “actos contra los poderes de la República, contra la democracia, que nunca ha respetado. En lugar de sumar, estimula la división, el odio y la violencia”.
En su mensaje, el exlíder sindical atribuyó la crisis económica y social de Brasil al hecho de que el Gobierno dejó de invertir y “no ha puesto a los pobres en el presupuesto y a los ricos en el impuesto sobre la renta”.
Admitió que no es necesario citar cifras, porque los problemas son visibles y el hambre, la pobreza, el desempleo y la desigualdad no son “mandamientos divinos”, sino “el resultado de errores” que pueden y deben corregirse con la democracia.
“Cambiar (esta situación) con valor, con confianza en nuestro pueblo y con democracia siempre. Sé que la vida nunca ha sido tan dura para la gran mayoría de nuestro pueblo. Pero he aprendido a creer siempre en la fuerza de los brasileños. Y en este 7 de septiembre quiero dejar registrado un mensaje de esperanza”, remarcó.
Brasilia, 7 de septiembre 2021.
Crónica Digital / Prensa Latina.
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