Con ligeros aires de optimismo amaneció hoy el mundo de las deterioradas relaciones entre Estados Unidos y Rusia, tras la conversación telefónica entre los presidentes Josep Biden y Vladímir Putin.
También funcionó para que le recordara la necesidad de que Kiev cumpla los Acuerdos de Minsk, que sentaron las bases para una respuesta política al diferendo entre el Gobierno ucraniano y las milicias en esa región.
Además del tema Ucrania, Biden y Putin conversaron sobre la posibilidad de un mejoramiento de las relaciones bilaterales, de la participación rusa en la Cumbre Climática y hasta de un encuentro personal.
La llamada de Biden se estima que también debe aliviar la tensión asociada a las declaraciones recientes del jefe de la Casa Blanca, quien afirmó en una entrevista que su homólogo ruso es un asesino.
‘Esto puede interpretarse como una forma de disculpa de Estados Unidos’, opinó el analista político ucraniano Mijail Pogrebinsky, entrevistado por la publicación rusa Visión.
Mientras, políticos y medios occidentales continúan con sus acusaciones sobre el supuesto peligro que implican los traslados de tropas rusas en territorios de su país cercanos a la frontera con Ucrania.
‘La 56ª Brigada de Asalto Aéreo, el temido batallón de élite que Rusia desplazó a Crimea’, tituló hoy un artículo de BBC Mundo.
‘Cómo nos movemos, dónde movemos las tropas dentro de nuestro territorio es asunto nuestro, y esto no debería preocupar a nadie’, manifestó en días recientes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Reflexionó que tales movimientos debieran verse de manera normal: ‘como mismo un grupo de Estados o algún tipo de alianzas de defensa, en este caso la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), realizan ejercicios cerca de nuestras fronteras’, dijo.
En tal sentido, el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, denunció la víspera que la OTAN concentrará 40 mil militares y 15 mil unidades de armas y equipos cerca de las fronteras del país.
El general de Ejército apuntó que el principal potencial de combate se concentra en el mar Negro y la región del mar Báltico, informó la agencia de noticias TASS.
Señaló,además, que hay tropas estadounidenses que están siendo trasladadas desde las partes continentales de América del Norte a través del Atlántico hacia Europa.
Shoigu alertó que la intensidad de los reconocimientos aéreos se duplicó en comparación con el año pasado y la intensidad del reconocimiento naval se incrementó a la mitad.
Explicó que cada año en Europa la Alianza lleva a cabo hasta 40 importantes ejercicios de entrenamiento operativo que tienen una clara orientación anti-rusa.
Ante esta situación, es de esperar que Moscú active su potencial defensivo, sobre todo si a eso se suma que ‘junto a nosotros hay un país en el que no excluimos que la dirigencia vuelva a considerar posible solucionar el problema interno por la fuerza’, según Peskov.
Subrayó que la situación en el este de Ucrania resulta peligrosa para su país y reconoció que, en consecuencia, Moscú toma medidas para garantizar su seguridad.
No obstante, los llamados a la calma continúan, mientras políticos y observadores confían en que el intercambio telefónico entre los presidentes Biden y Putin sirva para contener el conflicto en el Donbass y enfriar las tensiones entre Washington y Moscú.
Moscú, 14 abril 2021
Crónica Digital/PL