La citada dependencia de la república rebelde estimó que la bomba fue colocada por un grupo de sabotaje del ejército de Ucrania, cuyo gobierno parece poco interesado en cumplir lo estipulado en los Acuerdos de Minsk, de febrero de 2015.
Ante la demanda de la mencionada misión de desminar toda la zona de Jartsisk, las autoridades de Donetsk señalaron que ya habían cumplido esa misión.
La semana pasada un observador estadounidense de la OSCE falleció y otros dos resultaron heridos, después de una explosión de mina antitanque al paso de dos vehículos de ese órgano cerca del poblado de Pirbish, en la región de Lugansk.
En medio de la investigación sobre el atentado dinamitero, el gobierno de la autoproclamada república de Lugansk informó sobre un choque armado de una unidad de exploración de esa región con un grupo de sabotaje ucraniano cerca del lugar del ataque.
Kiev, por su lado, responsabiliza a las milicias de autodefensa por la acción violenta, ocurrida cerca de la línea de confrontación entre ambas partes.
Las fuerzas armadas ucranianas iniciaron hace tres años una operación de castigo contra la población sublevada de Donetsk y Lugansk, situadas en la región hullera de Donbass, con saldo de al menos 10 mil muertos, según datos de la ONU.
Kiev, 28 de abril 2017
Crónica Digital /PL