Esta situación definirá la forma en que los partidarios del Apruebo o del Rechazo realizarán su labor proselitista, cargando la mano en la propaganda a través de las redes sociales, prensa escrita, radios y puerta a puerta, y limitando los actos multitudinarios, prohibidos por las medidas sanitarias para enfrentar al coronavirus SARS-Cov-2.
En el plebiscito, convocado para el domingo 25 de octubre, los votantes deberán responder a la pregunta ¿quiere usted una nueva Constitución?, marcando Apruebo o Rechazo.
De ganar esta última seguirá vigente la Constitución impuesta en época de la dictadura de Augusto Pinochet, que fundamenta el modelo neoliberal vigente, rechazado por millones de ciudadanos durante el enorme movimiento popular iniciado el 18 de octubre de 2019.
En caso de marcar la opción Apruebo, los votantes deberán responder además a la forma para redactar la carta magna, mediante una Constituyente, con todos sus miembros elegidos por la población, o Convención Mixta, que incluye a partes iguales ciudadanos elegidos y legisladores en ejercicio.
Si se aprueba la redacción de una nueva constitución que según encuestas disfruta del respaldo de más del 70 por ciento de la población, la elección de los constituyentes se realizará el 11 de abril de 2021, junto con los comicios regionales y municipales, y la ley de leyes, que debe ser elaborada en un año como máximo, se ratificará en otra votación, con sufragio obligatorio.
Para la campaña las diferentes fuerzas políticas y sociales han formado en los últimos meses comandos como el caso de ‘Apruebo Chile Digno’ que reúne a los partidos Comunista, Progresista, Humanista, Federación Regionalista Verde Social y otras formaciones de izquierda y organizaciones sociales, que respaldan el Apruebo.
Por esa opción también se inclinan los comandos ‘Chile Aprueba’, constituido por los partidos Socialista, Radical y Por la Democaracia; ‘Que Chile Decida’ con numerosas formaciones de izquierda, centro y liberales vinculadas al Frente Amplio, y ‘Yo Apruebo’ de la Democracia Cristiana, que encara la campaña en solitario.
En la opción del rechazo se concentran los partidos de derecha de la coalición de gobierno, aunque una parte de sus militantes respaldan el Apruebo y en consecuencia actuarán de forma independiente en apoyo a una nueva Constitución.
Esa fragmentación se aprecia también dentro del gobierno de Sebastián Piñera, donde unos ministros se han expresado abiertamente por el Rechazo y otros por el Apruebo, aunque el Presidente ha llamado a la ‘prescindencia’, término acuñado por él y que implica que sus funcionarios se abstengan de manifestar sus posiciones ante el plebiscito.
Santiago de Chile, 26 de agosto 2020
Crónica Digital/PL