La ayuda, añadió la nota, fue transmitida a través de la Nunciatura Apostólica de Beirut y se utilizará para atender a los afectados por la terrible explosión del puerto que causó varias muertes y cientos de miles de heridos y desplazados, al tiempo que destruyó edificios, iglesias, monasterios e instalaciones civiles y sanitarias.
Frente a las necesidades urgentes, las estructuras católicas, a través de los centros de recepción de desplazados, junto con la acción de Cáritas Líbano, Cáritas Internationalis y varias organizaciones hermanas de Cáritas, ya han dado una primera respuesta de ayuda de emergencia, puntualizó.
Crónica Digital/PL