Según recordó, durante 41 años de vínculos las partes se complementaron, beneficiaron mutuamente de sus respectivas fortalezas y articularon los respectivos intereses, con saldo positivo para el desarrollo global.
Wang indicó que el desacoplamiento promovido por Estados Unidos es desacertado, lo rechaza la comunidad internacional e incluso 74 por ciento de sus empresas con negocios aquí, universidades y cientos de organizaciones agrícolas que exigieron al presidente Donald Trump mantener la fase uno de un acuerdo comercial.
Por tanto planteó reactivar los canales de comunicación para despejar las desconfianzas, los cálculos erróneos, mentiras y enfoque del McCarthyismo que rodea toda la información relacionada con China transmitida en suelo norteamericano.
‘Las suspicacias sobre China (…) alcanzaron el punto de la paranoia. Parece que cada inversión tiene motivos políticos, cada estudiante es espía y cada iniciativa de cooperación tiene una agenda oculta’, acotó.
El canciller reafirmó la voluntad de Beijing a volver al diálogo de manera que se resuelva apropiadamente los asuntos conflictivos y promueva los intercambios entre departamentos gubernamentales, regiones y el pueblo a pueblo.
Insistió en colaborar en la lucha contra la pandemia de Covid-19, particularmente compartir experiencias sobre métodos de diagnóstico, terapias, vacunas y recuperación económica.
No obstante, Wang Yi recalcó la importancia de manejar con cautela cuestiones considerados sensibles para China, remarcó tolerancia cero al acoso y la injerencia extranjera, además de total determinación a proteger con los medios posibles la soberanía, seguridad e intereses de desarrollo.
Negó que Beijing tenga pretensiones de rivalizar o desplazar a Washington, ni tampoco de agredir, expandirse o imponer a otros su modelo de desarrollo, el cual está basado en sus tradiciones y cultura.
‘China no será ni podrá ser otro Estados Unidos. El enfoque correcto debe ser respetar, apreciar y aprender de cada uno (…) en este mundo diverso, China y Estados Unidos, pese a sus sistemas sociales diferentes, tienen mucho que ofrecerse y pueden coexistir pacíficamente’, afirmó.
La insistencia de la Casa Blanca de entrometerse en cuestiones sensibles como el Tíbet, Hong Kong, Xinjiang y Taiwán coloca a las relaciones bilaterales en su peor etapa e incluso recientemente el mismo Wang Yi alertó de que empuja a ambas potencias hacia la Guerra Fría.
Beijing, 9 julio 2020
Crónica Digital/PL