Marcaron la intervención, la promesa de máscaras para todos y su uso obligatorio en el transporte público, las garantías de que se multiplicarán las pruebas de diagnóstico, el ajuste del proceso a la situación territorial, el estímulo al teletrabajo, la posibilidad de trasladarse sin salvoconducto, aunque sin salir de la región.
A esto se suma la prohibición de celebrar eventos con más de cinco mil personas.
De acuerdo con el secretario nacional del Partido Comunista y diputado por el departamento de Norte, Fabien Roussel, abundan los argumentos para repudiar este plan de desconfinamiento, ante la amenaza real de que no aleje una segunda ola de contagios por el coronavirus SARS-CoV-2, responsable ya de más de 23 mil 600 muertes.
En particular cuestionó que el anuncio no fuese acompañado por medios humanos y financieros para implementar la estrategia, la educación nacional, el despistaje y la entrega gratuita de un mínimo de máscaras para cada ciudadano.
‘Peor aún, usted pide a los franceses que se cuiden ellos mismos y señala que el éxito del plan descansa en su civismo, el cual ya han demostrado y bastante, pero ¿qué papel jugará el Estado?’, subrayó en la Asamblea.
Roussel calificó el plan de incompleto y generador de dudas, e instó al ejecutivo a indicar, organizar y controlar, en lugar de invitar y alentar.
Por su parte, el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon fue en el Palacio Borbón categórico en su rechazo a la estrategia gubernamental, al advertir que reflejaba un claro distanciamiento entre el Estado y el pueblo.
Mélenchon denunció incongruencias y falta de seriedad en el programa de desconfinamiento y tildó de inaceptable que se fije el retorno a las aulas de manera voluntaria, dejando la responsabilidad a los padres, y no se garantice la protección de los trabajadores en sus puestos, al menos con máscaras. No podemos permitir que se destinen miles de millones de euros a Air France y que las personas no tengan para el 11 de mayo una máscara de calidad, precisó.
También la derecha tradicional, representada en el hemiciclo por Los Republicanos, tomó distancia del plan presentado por Philippe, con diputados como Damien Abad y Eric Ciotti, quienes lo consideraron lleno de incongruencias y sin los recursos necesarios.
Como reconoció el propio primer ministro, restan preguntas por responder, aunque para la oposición es mucho más que eso, e incluso algunos instan a los padres a no mandar a sus hijos a la escuela hasta que no estén creadas las condiciones.
Aún restan casi dos semanas para el comienzo del desconfinamiento, por lo que las expectativas se centran en el avance de la Covid-19 por la curva descendente de la pandemia y la distensión de las presiones sobre los hospitales, donde siguen ingresadas casi 27 mil 500 personas, de ellas cuatro mil 300 en reanimación.
París, 29 de abril 2020
Crónica Digital/PL