Las protestas contra la reforma del sistema público de pensiones vuelven hoy a las calles de Francia, con paros convocados por la plataforma intersindical que agrupa a cinco de las mayores organizaciones sindicales del país.
Las convocatorias a nivel nacional contemplan manifestaciones en decenas de ciudades, si bien se espera una menor incidencia en el transporte público debido a que los trabajadores de ese sector mantuvieron durante 47 días paros masivos que afectaron en gran medida la movilidad en las grandes urbes.
Sin embargo, otros colectivos profesionales tomaron el relevo en los últimos días al frente de las protestas contra la reforma, como es el caso de los abogados que alcanzaron la cuarta semana de huelga y que mañana viernes decidirán en asamblea la continuidad de su protesta.
En el sector marítimo, los puertos y muelles donde la Confederación General del Trabajo (CGT) es mayoritaria acordaron seguir la huelga, denominada operación de ‘puertos muertos’, y que desde hace semanas bloquea la estiba en algunos de los diques más importantes.
También los empleados del sector energético permanecen movilizados, así como los de las plantas de tratamiento de basuras, los del alcantarillado y los controladores del tráfico aéreo, entre otros.
La movilización sigue contando con un apoyo mayoritario de la población y como recuerda la CGT ‘millones de ciudadanos en todo el país han salido a las calles para decir no a esta reforma de pensiones que el gobierno quiere imponernos a expensas de cualquier forma de democracia’.
Por su parte, el portavoz del sindicato Solidarios, Éric Bleynel, aseguró hoy que, a pesar del enconado debate que se lleva a cabo por los diputados opositores en la Asamblea Nacional, para los trabajadores ‘nada ha cambiado, cada día que pasa se fortalece nuestra convicción’, ya que ‘no se puede mejorar un proyecto de esta naturaleza’, señaló.
En la misma línea se manifestó el secretario general de Fuerza Obrera, Yves Veyrier, que calificó el proyecto de ley un ‘error que no convence a nadie, (y que) incluso los economistas que habían revelado esta idea a Emmanuel Macron cuestionan seriamente el texto’.
Reconoció que a medida que pasa el tiempo ‘es más difícil movilizarse’, pero aseguró que ‘la determinación de los opositores a la reforma sigue ahí’.
Tras más de dos meses de disputa, una mayoría sindical y social continúan manteniendo su firme oposición a la reforma y pidiendo la retirada total del texto gubernamental.
París, 6 febrero 2020
Crónica Digital/PL