El documento afirma que Uruguay no fue la excepción al fenómeno de avances sociales y conquistas populares en Latinoamérica, pero tampoco lo es a la actual contraofensiva de las derechas conservadora y ultranacionalista, respaldada por intereses económicos globales ligadas al capital financiero internacional y al imperialismo.
Alude a las transformaciones significativas de los tres gobiernos del FA con el crecimiento económico más sostenido en toda la historia del país que distribuyó como nunca antes la riqueza, cuando en 2004 se censó un millón de pobres.
‘Sin embargo no todo ha sido perfecto’, acota seguidamente, para reconocer errores en la gestión gubernamental, y ‘tal vez no fuimos buenos intérpretes ni canalizadores de las nuevas demandas que emergieron en el seno de la sociedad’.
Al analizar los resultados de las elecciones en primera y segunda vueltas, señala que el nuevo escenario surgido ubica al FA nuevamente como el principal partido de la oposición ‘debiendo ejercer un fuerte control de la agenda política y de resguardo de los derechos conquistados durante estos casi 15 años’.
Caracteriza a la nueva coalición gobernante elegida de opción por el país de los privilegios para sectores que pretende recapturar la renta, ajenos completamente a los intereses de las grandes mayorías de trabajadores, estudiantes, jubilados y pensionistas, pequeños y medianos comerciantes e industriales, productores rurales y familiares, artistas y representantes de la academia y el mundo profesional.
Respecto del gabinete conformado para el 1 de marzo, dice que representa los sectores del agronegocio vinculados a la exportación, las viejas recetas fondomnonetaristas, las cámaras empresariales y componentes que expresan el pensamiento cívico-militar de la vieja doctrina de seguridad nacional.
‘Debemos aceptar que los resultados (electorales) marcan la necesidad de un profundo crítico y autocrítico de lo actuado tanto desde el gobierno como desde la fuerza política y a ello nos abocaremos durante los meses que vengan sin descuidar la unidad de la izquierda y social’, enfatiza en su contenido sustancial.
Añade que ello supone ahondar en que pudo hacerse mejor en la reciente campaña y que pudo hacerse mejor y definir qué estrategia y plan de acción política habrá de orientar al FA en el período a enfrentar como oposición, en el camino de siempre ‘de la lucha, la movilización y la generación de conciencia’.
Montevideo, 23 de diciembre 2019
Crónica Digital/PL