Ello ocurre en medio de la inquietud que despierta la guerra comercial y arancelaria entre Estados Unidos y China, que sin un desenlace favorable a la vista incide cada vez más negativamente sobre la economía chilena.
Los analistas le achacan a esa confrontación que la bolsa no levante cabeza y que en la pasada semana el cobre, el renglón exportador que más aporta a las arcas del país, alcanzó su precio más bajo en años, mientras el dólar se disparó y llegó a cambiarse a 713 pesos chilenos.
Este último dato levanta controversias entre los economistas pues para unos un dólar fuerte benéfica a las exportaciones chilenas, que se abaratan y se tornan más competitivas, pero al mismo tiempo se revierte en contra de los consumidores que tendrán que adquirir artículos de todo tipo mucho más caros.
La gerente de estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo, Bernardita Silva, declaró a la prensa que probablemente esa dinámica continuará por un tiempo y con ello todo tipo de bienes, autos, electrodomésticos, vestuario, calzado y más podrían verse afectados.
En cambio, Antonio Walker, ministro de Agricultura, consideró la tasa de cambio alta como ‘una muy buena noticia’ para la agricultura exportadora chilena, que vende al exterior productos por más de 20 mil millones de dólares, aunque consideró fundamental seguir trabajando por una mayor eficiencia y productividad.
En tanto, Roberto Fantuzzi, presidente de la Asociación de Exportadores y Manufacturas señaló que cuando sube el dólar el mayor beneficiario es el exportador porque por cada dólar que exporta recibe más pesos chilenos y sus costos se mueven en pesos, pero los que se ven perjudicados son los consumidores.
Santiago de Chile, 5 agosto 2019
Crónica Digital /PL