Una extensa red de vigilancia a la ciudadanía, las organizaciones sociales y políticas, así como a quienes se oponían a la dictadura queda al descubierto al revisar el Archivo de la CNI que ha sido publicado hoy por Londres 38, espacio de memorias, y la Fundación Salvador Allende.
Se trata de 429 documentos de la Central Nacional de Informaciones (CNI), el organismo represor de la dictadura que reemplazó a la DINA, hallados en el 2005 cuando trabajadores realizaban labores de recuperación arquitectónica en la casona de República 475, donde la CNI tuvo su cuartel general y que hoy es ocupada por la Fundación Salvador Allende y el Museo de la Solidaridad Salvador Allende.
El hallazgo permite comprobar –como hemos insistido en el desarrollo de la campaña No Más Archivos Secretos- que aún existen y es posible recuperar archivos creados por la represión. La búsqueda de estos documentos es importante para conocer más verdad sobre los crímenes de la dictadura, así como avanzar en las causas judiciales que permitan castigar a los responsables de estos delitos.
La apertura de los archivos de la represión –tal como hicimos en junio pasado con las fichas de la Colonia Dignidad- es también el ejercicio del derecho de la ciudadanía a conocer la información que fue acumulada para la vigilancia de la sociedad chilena.
Por ello, junto con abrir este Archivo de la CNI manifestamos nuestra firme decisión de seguir buscando los documentos faltantes de este conjunto que, como se supo en su momento, fue incautado por la Policía de Investigaciones y luego entregado al juez Hugo Dolmetsch. Le corresponde al magistrado explicar cómo ha usado este archivo en sus investigaciones judiciales, así como definir la forma en que devolverá este archivo histórico para su conocimiento público.
Reiteramos el llamado al gobierno y a los organismos del Estado a que adopten medidas conducentes para alcanzar la verdad y la justicia a través de la desclasificación y apertura de los siguientes archivos:
Archivos de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación (Rettig) y de las dos Comisiones sobre Prisión Política y Tortura (Valech) que reúnen declaraciones de las propias víctimas y diversos documentos, a los cuales se les impuso arbitrariamente 50 años de secreto a pesar de ser información necesaria para esclarecer lo sucedido, hacer justicia y castigar a los culpables.
Archivos aun en poder de las fuerzas armadas, policiales y de inteligencia. Considerando el tiempo transcurrido y que estos organismos construyeron archivos y produjeron gran cantidad de información, demandamos al Estado su desclasificación y, en caso de haber sido destruidos, dar a conocer los elementos que lo acreditan.
A partir de este momento en el sitio web www.londres38.cl está disponible una parte de los Archivos de la CNI, así como los documentos de análisis general de sus contenidos y un índice archivístico para investigadores o quienes quieren conocer más en profundidad estos documentos.
Santiago de Chile, 19 de noviembre 2014
Crónica Digital
La pregunta es, ¿por qué está solo una parte disponible, por qué no todos los archivos, o es solo una cuestión de tiempo o de recursos?
quizá porque para PONER EN SERVICIO al público los Archivos, los Historiadores Archivistas primero tenemos que organizarlos según los principios de la Ciencia. Y sí, claro: recursos (de $$$$ y “recursos humanos”). Saludo!!!!