Por Rafael Calcines Armas
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, rinde cuentas de su gestión este sábado en medio de un decreciente respaldo popular por promesas incumplidas y con varios de sus proyectos asediados por la oposición.
La encuestadora Cadem ubicó al mandatario hace solo cuatro días en su nivel más bajo de aprobación en todo su segundo mandato con solo 33 por ciento.
Al comentar los resultados de la pesquisa el gerente de asuntos públicos de Cadem, Roberto Izikson, señaló que la baja popularidad obedece a la frustración del electorado ante el incumplimiento de las promesas de mejorar las perspectivas económicas de los chilenos.
Pero otros sondeos de opinión lo ubican aun más bajo que Cadem, que es considerada por muchos demasiado amigable con el gobierno, mientras en la calle ese rechazo se expresó en los últimos días en protestas convocadas como antesala a la cuenta pública.
Las manifestaciones se centraron en el rechazo a las políticas de corte neoliberal impulsadas por el gobierno y en especial a una criticada reforma de pensiones, en lo que los organizadores calificaron como una “jornada de indignación y protesta”.
“Nos cansamos”, fue el lema que enarbolaron muchas de ellas, como la Coordinadora NO+AFP, que demanda la eliminación de las empresas aseguradoras de fondos de pensiones, la Confederación de Estudiantes de Chile y la Confederación Nacional de Salud Municipal.
Un asunto aglutinador es la crítica a la falta de respuestas concretas del gobierno a sus demandas históricas, los hechos de corrupción en las altas esferas, cada vez más frecuentes, y los abusos por los altos costos de la seguridad social, entre otros reclamos.
Paralelamente, el gobierno parece encontrarse en un atolladero en sus relaciones con los pueblos originarios, pues está llevando a cabo una Consulta Indígena que solo ha conseguido el rechazo casi unánime de esas comunidades.
Sobre este tema, analistas y políticos advierten que esa consulta traerá nuevas tensiones y consecuencias para la paz y la convivencia en el país y quebrantará aún más la ya poca confianza de los pueblos originarios en la instituciones del Estado.
Con relación a la consulta, la interrogante de muchos es qué podrá mostrar el mandatario como logros en momentos en que la economía no crece al ritmo deseado, sin perspectivas de que mejore este año, y el desempleo sigue golpeando sin que Piñera haya podido reducirlo, tal como prometió en su campaña.
Además, un análisis de la Fundación Ciudadanía Inteligente, en un análisis denominado “Del dicho al hecho 2019” advirtió que en su anterior cuenta pública el año pasado, Piñera comprometió 59 proyectos de ley, pero solo nueve fueron cumplidos totalmente, para un magro 15 por ciento.
El problema radica en parte, al parecer, en que no pocos proyectos presentados por el ejecutivo permanecen atascados en la Cámara de Diputados o el Senado, pero no precisamente por lenta gestión de esos órganos.
Temas que van desde Educación, con Aula Segura y Admisión Justa, pasando por la Reforma Previsional hasta el polémico Tratado Integral y Progresista Transpacífico o TPP11, han recibido un fuerte rechazo entre la población y los partidos de oposición, sin que el mandatario haya podido sacarlos adelante con la celeridad que hubiera querido.
Santiago de Chile, 31 mayo 2019
Crónica Digital /PL