Los jurados, definitivamente, se rindieron ante el lirismo de los personajes pequeños, antihéroes, como magistralmente retratara el argentino Carlos Sorín con Historias mínimas (2002) y Bombón el perro (2004).
Son como la otra mirada del Santiago Festival Internacional de Cine (SANFIC) al séptimo arte en calidad de marca registrada abarcadora e inclusiva. Dar visibilidad a esa parte de la vida que existe, es protagonista, pero permanece relegada.
El motoarrebatador es la propuesta de uno de los valores en ascenso de la cinematografía argentina, Agustín Toscano, de 35 años, quien ya tuvo el privilegio de mostrar su largometraje en la Quincena de Realizadores del festival de Cannes este año.
Los guiños, intencionados o casuales, a los exitosos hermanos belgas Jean Pierre y Luc Dardenne, se incorporan a la trama del otrora agresivo carterista en moto y la señora severamente herida, tras ser arrastrada por el vehículo.
La cinta producida por Argentina, Uruguay y Francia, fue escoltada por el lauro al Mejor Director al paraguayo Marcelo Martinessi, quien con Las Herederas logró el Oso de Plata en la Berlinale este año, con mención espdcial para Doubtful (Israel).
Pero El motoarrebatador sumó asimismo el galardón ex aequo para sus dos protagonistas, Sergio Prina y Liliana Juárez.
Flow, es otra cuerda con una apuesta poética y en género documental, se encaramó en la cima del SANFIC-14 dentro del concurso de cine chileno. Resonante victoria para otro joven realizador Nicolás Molina (33 años) a partir de un flechazo.
Molina y la productora Marcela Santibañez hicieron un viaje a la India en 2015 que no estaba pensando para una película. Sin embargo, al comprender la excepcional oportunidad y el impacto en su visión del río Ganges, comenzó a madurar la idea.
Con pocos recursos a su alcance, tomó cuerpo al redondear el concepto de establecer un lazo entre el Ganges y el río Biobio en Chile, siguiendo sus cauces y plantearse un juego de esperos entre ambas civilizaciones, comentó Molina.
La mística y la impronta que hace tan diferentes y a la vez tan similares a las poblaciones de este mundo, dejar en libertad al espectador el disfrute de los perfiles y fluidez entre gente que habita en sus territorios con ríos como denominador común.
Simón Vargas, con Sobre los muertos, conquistó el premio a Mejor Director; Berta Lasala Mejor Actuación con Perkin, y Rodrigo Robledo y Roberto Collio, Mejor Sonido, en el apartado chileno.
En la sección Cortometraje Talento Nacional, los laureados fueron Vivero, de Marcela Gueny, con Mención Especial para El verano del león eléctrico, de Diego Céspedes.
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 27 de agosto 2018
Crónica Digital /PL