El proyecto que dio a conocer el ejecutivo el día martes en la noche después de las telenovelas, no están al margen de ser analizados pensando en que todos los gobiernos presentan proyectos tributarios que en teoría apuntan al aumento de la recaudación fiscal.
La reforma de la ex Presidenta Bachelet estableció 2 sistemas de tributación al Impuesto de Primera Categoría. El Primero con integración completa (25%), con un 100% de imputación contra el Impuesto Global Complementario (Impuestos a las personas naturales con residencia en Chile) y Adicional a la Renta (Residentes fiscales que viven en el extranjero), ambos con un carácter progresivo y complementarios. El Segundo es Semi Integrado (27%) con una y puede ser imputado en un 65% contra el Impuesto Global Complementario y Adicional a la Renta.
Es aquí donde el gobierno da un primer paso atrás y elabora una jugada de carácter técnico con un relato hegemonizado dirigido hacia el crecimiento y las empresas Pymes, señalando que 150.000 pymes pasaran a tener un sistema tributario único con una tasa impositiva de un 25%. Pero al mismo tiempo aprovecha la cuña comunicacional para beneficiar a las grandes empresas que pagan un 27% de tasa impositiva y que con este proyecto de Piñera podrán imputar el 100% contra el Global Complementario y Adicional a la Renta.
Ejemplo: 1
Tasa Impositiva 27% con 65% de imputación (M. Bachelet)
Renta $ 1000
Impuesto al 27%: $ 270
Impuesto Global Complementario: $ 350
65% Imputable: terminara pagando en caja (350-180): $ 170
Ejemplo 2:
Tasa Impositiva 27% con 100% de imputación (S. Piñera)
Renta $ 1000
Impuesto al 27%: $ 270
Impuesto Global Complementario: $ 350
100% Imputable: terminara pagando en caja (350-270): $ 80
Como se puede apreciar en el ejemplo, hay una disminución de ingresos fiscales de $ 110. Esto, sumado a la depreciación acelerada, un viejo proyecto de Andrés Velasco en el primer gobierno de Michel Bachelet que buscaba que las empresas aumenten sus niveles de costos disminuyendo así engañosamente sus utilidades y pagar así menos impuestos, disminuirá la participación de las grandes empresas en la tributación al país, permitiendo concentrar aún más la riqueza en una pocas élites.
La reforma Tributaria de Michelle Bachelet no tuvo la voluntad de ser lo suficientemente profunda en materia de recaudación y su complejidad operativa generó un nivel de crítica importante en amplios sectores de las medianas y pequeñas empresas. Y es de esto de lo que el actual gobierno se aprovecha para dar un segundo paso atrás, dándole una justificación al gobierno Neoliberal de Sebastián Piñera para avanzar, amparándose en la simplificación del sistema tributario para las pequeñas y medianas empresas, en la dirección de favorecer a los grandes empresarios y ricos de Chile.
Nuestra posición política como FA no debe ser defender la reforma tributaria del anterior gobierno Neoliberal de Michelle Bachelet.
Nuestro partido considera que la bancada parlamentaria del Frente Amplio debe cambiar el eje del debate aprovechando su visibilidad comunicacional para incidir en la coyuntura y poner en la discusión pública las propuestas tributarias recogidas en el programa de muchos, el que muestra con total claridad sobre cuál es el mejor régimen tributario para Chile y sus intereses nacionales. En particular la propuesta de desintegrar el sistema tributario actual para las grandes empresas, para que el impuesto de primera categoría no constituya crédito de los impuestos Global Complementario y Adicional a la Renta. Además de exigir el impuesto a los súper ricos como forma de recolectar los recursos que Chile necesita.
Chile en esta materia está en deuda incluso con la OCDE. La recaudación de Impuestos en Chile como porcentaje del PIB es de apenas un 20,4%. Sin embargo en los países de la OCDE ese porcentaje llega en promedio a un 34,3% PIB. Llegando a ser Dinamarca quien destina el porcentaje más alto con un 49,5%, y Dinamarca no es un país marxista, o “castro-chavista.”
Ningún gobierno desde la caída de la dictadura ha propuesto separar el pago del impuesto de primera categoría con el Impuesto Global Complementario y Adicional a la Renta. Hay que exigirlo ahora con fuerza.
Santiago de Chile, 24 de agosto 2018
Crónica Digital