Ellos habían perdido líquido similar entre un uno y un seis por ciento de su masa corporal con el ejercicio, en un ambiente con calor o restricción de refrescos, señala el medio especializado.
Como resultado, observaron que los atletas que eliminaron un nivel similar a un dos por ciento de su peso tenían problemas cognitivos.
La deshidratación influyó en las tareas que exigían atención, coordinación motriz y función ejecutiva, la cual permite, por ejemplo, usar un mapa, razonar gramaticalmente o hacer cálculos mentales, explicaron.
Según Mindy Millard-Stafford, una de las autoras, sabemos que el desempeño físico sufre con un umbral de un dos por ciento de la masa corporal, sobre todo si ocurre durante el ejercicio en un ambiente cálido.
Por eso, la pregunta era qué ocurre en el órgano central de nuestro sistema nervioso con esa pérdida, que es común en las personas activas o que trabajan en el calor, se interrogó. Las células cerebrales necesitan agua como las musculares, consideró.
Washington, 12 julio 2018
Crónica Digital /PL