Se preguntó por qué su gobierno tendría que aceptar personas de lo que calificó de ‘países de porquería’ en lugar de Noruega, según dijeron al Times testigos presentes en la conversación.
Sin embargo, en un mensaje publicado este viernes en su cuenta en la red social Twitter, el gobernante señaló: ‘el lenguaje que utilicé en la reunión fue duro, pero esas no fueron las palabras empleadas’.
Las observaciones de Trump, el último ejemplo de su inclinación a los comentarios con matices racistas que denigran a los inmigrantes, dejaron alarmados y desconcertados a los miembros del Congreso de ambos partidos que asistieron a la reunión en la Sala del gabinete, estima el comentario del periódico neoyorquino.
Tales expresiones dieron continuidad a otras similares del mandatario el año pasado en un encuentro en la Oficina Oval con sus principales asesores, ocasión en que se quejó de la necesidad de admitir a los haitianos en el país, al señalar que todos tenían SIDA, así como nigerianos, de quienes dijo que ‘nunca regresarán a sus cabañas’.
Por otra parte, según medios de prensa internacionales, el portavoz de la oficina de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, Rupert Colville, calificó de escandalosas, vergonzosas y racistas las palabras de Trump.
En este contexto, los congresistas republicanos alistan desde hace varios días un proyecto de ley en la Cámara de Representantes para reducir el número de indocumentados que entran a Estados Unidos y permitir la detención de menores que cruzan la frontera con sus padres.
Prominentes figuras del partido rojo preparan la iniciativa con una visión sobre el tema que, según expertos, choca de forma agresiva con los recientes anuncios de supuesta apertura de Trump respecto a la búsqueda de una legislación integral y bipartidista sobre el tema.
Auspiciada por directivos del Comité Judicial y el de Seguridad Nacional de la Cámara baja, la propuesta incluye medidas drásticas contra la inmigración irregular que pudieran chocar de plano con los intereses de los demócratas.
Washington, 12 eneRO 2018
Crónica Digital /PL